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La tarea de un escritor es una sola: usar la realidad, como punto de partida, para crear una narrativa. Sin embargo, el valor de la narrativa no depende de su fidelidad a la realidad. Depende de qué tan persuasiva, qué tan verosímil, qué tan creíble y qué tan convincente sea. Si logra todas esas cosas, la narrativa será exitosa. Si no las logra, así sea una copia exacta de la realidad, pronto será olvidada y considerada irrelevante.

Un buen ejemplo es el caso de Mario Vargas Llosa. El premio nobel peruano escribió su quinta novela, La tía Julia y el escribidor. Es una historia hermosa y divertida, que cuenta su relación...

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Maria Clemencia Fallon Morales(10942)13 de septiembre de 2025 - 03:13 p. m.
Excelente. Gracias
jorge prada sanchez(96713)13 de septiembre de 2025 - 01:11 p. m.
Interesante. Traerlo al terreno judicial. La verdad es lo que el testigo recuerda? Lo que el juez logra recrear a partir de la lectura de las pruebas?
Bernardo García Quiroga(19824)13 de septiembre de 2025 - 03:34 a. m.
GQ excelente texto escrito con sutil y enganchadora narrativa. De colección, para mi gusto.
hernando clavijo(26249)12 de septiembre de 2025 - 10:23 p. m.
La tarea es rescatar los àngulos relevantes entre los millones q tiene la vida real. Proust y Joyce son maestros por eso
Sandra Jimenez(23602)12 de septiembre de 2025 - 06:35 p. m.
Me encantan sus columnas, todo un oasis
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