Al principio de los tiempos de internet existía la idea romántica de que esta sería una red global, abierta y descentralizada al servicio del conocimiento. Hoy es una especie de leviatán que controla casi todo. El escenario inmediato y permanente en donde devienen la política, la economía, la educación y las relaciones personales.
Esta realidad es el reto más grande que han enfrentado la democracia y los valores del humanismo en el último siglo. En primer lugar, existen profundas diferencias en el acceso a la tecnología (brecha digital) entre países y entre los miembros de una misma sociedad. No hay un internet para todos.
En segundo lugar, como no hay reglas —y tal vez no vaya a haber— frente a los conflictos y fricciones más graves que genera internet, muchos países y las grandes empresas tecnológicas han ido tomando sus propias decisiones. Es la balcanización que fragmenta lo que alguna vez fue una internet bajo principios relativamente homogéneos y universales. Los usuarios y la libre circulación de las ideas son las primeras víctimas de esa balcanización.
Por obvias razones, China fue el primer país que logró amurallar internet y protegerse de la contaminante World Wide Web (www). La Rusia de Putin ya tiene diseñada una red que le permitiría una internet rusa sin depender de la red global. Muchos otros países tienen herramientas de censura online que han demostrado su efectividad para reprimir audacias como la primavera árabe.
A pesar de que las Big Tech (como Google, Facebook y Twitter) fueron las primeras en beneficiarse de una internet sin fronteras ni cortapisas, cada vez se ven más atrapadas en su dualidad, como sucedió con el bloqueo de las redes de Donald Trump después de la deplorable toma del Capitolio, a principios de este año. ¿Volverán a reaccionar así la próxima vez que sea necesario?
Desde hace años existen varias iniciativas para proteger a escala global la libertad de expresión y la privacidad, pero sus logros han sido pocos, dada la infinita capacidad de internet para multiplicarse y la adicción de las masas a mostrarlo todo. Ayer TikTok, hoy Clubhouse, mañana…
@jcgomez_j
