Publicidad

La guerra en la nube

Sigue a El Espectador en Discover: los temas que te gustan, directo y al instante.
Juan Carlos Gómez
12 de julio de 2021 - 05:01 a. m.
Resume e infórmame rápido

Escucha este artículo

Audio generado con IA de Google

0:00

/

0:00

Durante su presidencia, Trump utilizó todas las armas a su alcance para atacar a su archienemigo Jeff Bezos, fundador de Amazon y propietario del Washington Post, tan crítico de su gobierno. Lo de menos fue que habría alentado al National Enquirer a publicar fotos íntimas de Bezos en medio del escándalo que precipitó el divorcio más costoso de la historia.

La verdadera retaliación durante su gobierno fue evitar que AWS (división de servicios de cloud computing de Amazon) fuera escogida por el Departamento de Defensa para desarrollar el proyecto JEDI, un contrato de US$10 billones para implementar herramientas tecnológicas como la inteligencia artificial con fines militares. El contrato, adjudicado a finales de 2019 a Microsoft, estuvo rodeado de arduos cuestionamientos y protestas de otras empresas como Oracle e IBM.

Desde entonces se inició una batalla judicial que heredó el gobierno de Biden, pero que no estaba dispuesto a afrontar dados los inmensos riesgos para la defensa de Estados Unidos. Por esa razón, la semana pasada el Pentágono decidió dar por terminado el polémico contrato. No habrá litigios; Microsoft aceptó, debido a que —según su representante— primero está la seguridad nacional y porque… ya vendrán otros contratos. El Departamento de Estado ya está diseñando un nuevo proyecto para reemplazar a JEDI.

De esta manera este país se prepara para enfrentar a China, que, a pesar de su rezago actual, sería su único contendedor en la batalla por el control mundial y la construcción de un nuevo orden geopolítico. En ese escenario, seguramente Europa y Japón no serán protagonistas y países como Rusia, Corea del Norte e Irán seguirán siendo los forajidos del ciberespacio. Los demás países del mundo se dedicarán a los videojuegos.

El involucramiento de las grandes empresas tecnológicas y de las start-ups en proyectos militares tiene hondas implicaciones éticas y políticas. Algunos genios de Silicon Valley se han opuesto a ello férreamente, a tal punto que los trabajadores de Google han evitado que esta empresa, por lo pronto, participe a gran escala en proyectos de defensa y a la utilización de la inteligencia artificial en armas de combate.

@jcgomez_j

Conoce más

 

Magdalena(45338)13 de julio de 2021 - 01:12 a. m.
Los líderes mundiales enfermos por el poder y la riqueza no van a descansar hasta que se desencadenen las guerras.
Atenas(06773)12 de julio de 2021 - 09:03 a. m.
Interesante columna de opinión, sobre asunto de hondo calado a escala orbital, y no exento de fina ironía. Entretanto, x estos pagos, solo nos ocupamos de sembrar cizaña, torpedear, poner palos en las ruedas y no dejar al país prosperar, fatal canibalismo q' nos lleva al abismo mientras ellos van en carrera sideral. Y como en minga, aquí.
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.