La detención en Canadá de la hija de Ren Zhengfei, fundador de Huawei, -a solicitud del gobierno de Estados Unidos- es la punta del iceberg de una guerra que marcará el destino geopolítico, por lo menos en los próximos 20 años. Huawei es un exitoso proveedor tecnológico de telecomunicaciones a nivel global, líder en venta de terminales -por encima de Apple y Samsung- y uno de los más grandes en equipos de red. Recordemos que la mayoría de las redes móviles en Colombia son provistas por ese fabricante chino.
Huawei, fundada apenas hace 30 años, empezó siendo un simple revendedor de equipos provenientes de Hong Kong. Hoy en día con 180.000 empelados y cien mil millones de dólares en ventas anuales, es un gigante mundial. Pero, el éxito nunca es definitivo. Huawei está en el ojo del huracán acusada por Estados Unidos y algunos de sus aliados de ser un puntal del espionaje estatal chino y de infiltrar los datos y las redes alrededor del mundo, acusación que también ha recaído en ZTE, otra exitosa empresa china con presencia global.
Las bravuconadas de Trump contra esas empresas no pueden soslayar la estratégica presencia de China a nivel mundial. Mientras que ese presidente, por cuenta del infame muro, arrastra a la ignominia a su país, el todopoderoso primer ministro chino Xi Jinping lidera el proyecto Belt and Road; un destino histórico al que le apuesta la China para ser la próxima potencia global: ferrocarriles, bases navales, aeropuertos, poliductos, redes eléctricas, autopistas y redes de telecomunicaciones que conectarán a buena parte del mundo. Casi 100 mil millones de dólares de inversión en los próximos 10 años en 76 países para crear una nueva ruta de la seda, como la que conectó a la China con el mundo hace 3.000 años.
A propósito: en medio de la indignación que causa el nuevo periodo presidencial de Maduro, la posición del denominado Grupo de Lima -que incluye a Colombia- es ingenua. Las grandilocuentes declaraciones no le hacen mella al dictador. Venezuela es una pieza fundamental en el juego de Risk que China y Rusia disputan con Estados Unidos en América Latina.
@jcgomez_j
La detención en Canadá de la hija de Ren Zhengfei, fundador de Huawei, -a solicitud del gobierno de Estados Unidos- es la punta del iceberg de una guerra que marcará el destino geopolítico, por lo menos en los próximos 20 años. Huawei es un exitoso proveedor tecnológico de telecomunicaciones a nivel global, líder en venta de terminales -por encima de Apple y Samsung- y uno de los más grandes en equipos de red. Recordemos que la mayoría de las redes móviles en Colombia son provistas por ese fabricante chino.
Huawei, fundada apenas hace 30 años, empezó siendo un simple revendedor de equipos provenientes de Hong Kong. Hoy en día con 180.000 empelados y cien mil millones de dólares en ventas anuales, es un gigante mundial. Pero, el éxito nunca es definitivo. Huawei está en el ojo del huracán acusada por Estados Unidos y algunos de sus aliados de ser un puntal del espionaje estatal chino y de infiltrar los datos y las redes alrededor del mundo, acusación que también ha recaído en ZTE, otra exitosa empresa china con presencia global.
Las bravuconadas de Trump contra esas empresas no pueden soslayar la estratégica presencia de China a nivel mundial. Mientras que ese presidente, por cuenta del infame muro, arrastra a la ignominia a su país, el todopoderoso primer ministro chino Xi Jinping lidera el proyecto Belt and Road; un destino histórico al que le apuesta la China para ser la próxima potencia global: ferrocarriles, bases navales, aeropuertos, poliductos, redes eléctricas, autopistas y redes de telecomunicaciones que conectarán a buena parte del mundo. Casi 100 mil millones de dólares de inversión en los próximos 10 años en 76 países para crear una nueva ruta de la seda, como la que conectó a la China con el mundo hace 3.000 años.
A propósito: en medio de la indignación que causa el nuevo periodo presidencial de Maduro, la posición del denominado Grupo de Lima -que incluye a Colombia- es ingenua. Las grandilocuentes declaraciones no le hacen mella al dictador. Venezuela es una pieza fundamental en el juego de Risk que China y Rusia disputan con Estados Unidos en América Latina.
@jcgomez_j