Gracias al 2024. Gracias por estar vivo y con salud, pues por el resto se puede luchar.
Sin duda uno de los temas que con gran gusto y placer he asimilado culturalmente al vivir en Estados Unidos es el día de Acción de gracias o Thanksgiving day.
A diferencia de la Navidad, o del cumpleaños, o del día del amor y la amistad, día de la madre, o día del padre, donde un regalo siempre es el gesto esencial de todas estas celebraciones, este día tan especial, festejado siempre a finales de noviembre, es el único momento donde no se debe regalar nada, donde solo se requiere estar junto a los seres queridos alrededor de una mesa y dar las gracias. Esto es magia pura. Se trata de llegar al fundamento del amor de nuestras vidas: la familia.
Es momento más importante de todo el país donde la gente se moviliza masivamente y los aeropuertos logran su pico más alto del año con casi 6 millones de pasajeros viajando por avión y aproximadamente 72 millones de personas transportándose por carretera en automóvil.
Nada se compara con el día de acción de gracias, ni física, ni emocionalmente.
Tal vez los únicos que no comparten este sentimiento son los pavos, plato principal con el cual se celebra la cena de acción de gracias.
Casi 50 millones de pavos son consumidos este día. Número nada despreciable que se compara con toda la población de un país como Colombia.
50 millones de habitantes tiene Colombia, 50 millones de pavos se comen el día de acción de gracias en Estados Unidos.
Impacto masivo y poblacional que nos hace reflexionar que la actitud humana del agradecimiento no se debe limitar a tan solo un día sino a todos los días.
Por el momento me uno a los millones de personas que le dan las gracias a este año que se va, pero sobre todo me sumo a los que se las dan de manera anticipada al año que viene.
Dar las gracias no quita nada, pero pone mucho.
Feliz año completo de acción de gracias.
Feliz 2025.