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Soy un creativo y un estratega de comunicaciones.
¿Qué es eso?, se puede preguntar mucha gente.
Comencemos por definirlo: ser creativo es un don. Ser creativo no es una exclusividad. Es un músculo que se posee y que se puede desarrollar para potencializar.
Significa que la creatividad es humana, científica, artística, filosófica, literaria y pertenece a la vida. Es tomar elementos ya existentes y relacionarlos de manera distinta y novedosa. Es tan coloquial y sorprendente como cuando hace un tiempo estaba como un buen samaritano a la hora del almuerzo buscando donde comer. Me decidí fielmente por una cadena de comida rápida. Pedí y me senté.
Estaba en pleno rito entre papitas, salsa de tomate y mayonesa cuando vi en la mesa del frente y en primera fila a un hombre que sigilosamente metía la mano para sacar la billetera de la cartera colgada en la silla de una señora que estaba concentrada con su rito alimenticio.
De repente mi espíritu de Robin Hood salió a flote. Me levanté explosivamente y le grité al tipo: “Oiga, ladrón, usted le acaba de sacar la billetera de la cartera a la señora. ¡Devuélvasela!”.
El restaurante giró en automático y todos los ojos se enfocaron en el hombre. Él, con gran habilidad y talento, puso la billetera nuevamente en la mesa y como el mejor de los oradores me dijo en voz alta: “Deje trabajar, por sapos como usted es que este país está como está”.
Su respuesta fue tan convincente, tan impactante y tan creativa que me congeló. No supe si llorar o reír. Y creo que todo el establecimiento sintió algo similar. Todos bajamos la guardia y entramos como en un estado de hipnosis. El hombre, supuestamente enfurecido, salió caminando del restaurante hacia la calle con un gran sentimiento de frustración y decepción hasta desaparecer entre la multitud. Faltó solo que me hubiera exigido pedirle disculpas.
Y yo pasé de ser un superhéroe a convertirme en un sapo en tan solo tres segundos. Casi tan rápido como un “Ferrari Spider”. Ese es el verdadero poder de la creatividad.
Ahora imagínense lo que esta puede llegar a generar cuando se usa para el bien y no para el mal.
Mucha falta nos hace.
