Cada día de la vida lo podemos corroborar al verlas pasear por todos lados con suma tranquilidad.
Hoy se estima que hay aproximadamente 4.000 millones de ratas en el planeta.
Una cifra que la convierte en una de las especies más abundantes del mundo, llegando a una sorprendente relación de una rata por cada dos personas.
Aunque parecieran mucho más longevas, las ratas salvajes tienen una esperanza de vida entre uno a dos años.
Pero en cautiverio pueden vivir más, hasta 3 en promedio.
Aunque somos conscientes de su crecimiento desmedido,
Las ratas tienen de 6 a 12 crías por parto y su proceso de gestación dura entre 21 a 23 días después de aparearse. Las ratas jóvenes alcanzan la madurez reproductora a los tres meses de edad y su período de crianza es muy activo y por lo general la rata hembra tiene de cuatro a seis crías por año.
Las ratas pueden transmitir varias enfermedades a través de su contacto, incluyendo excrementos, orina, saliva y mordeduras. Entre las enfermedades más comunes se encuentran la Leptospirosis, la peste, el Hantavirus, la Salmonelosis, el Tifus Murino, y la Fiebre por mordedura. Una sociedad infectada de ratas es una sociedad vulnerable y enferma de muerte.
Pero además de ser peligrosas y nocivas con la armonía humana, también poseen tendencias letales entre ellas mismas.
Las ratas pueden comerse entre sí en ciertas circunstancias, especialmente cuando hay escasez de comida o cuando la población de roedores es muy grande. Este comportamiento caníbal puede ser una estrategia de supervivencia en condiciones extremas por escasez de alimento, sobrecarga de población o estrés y competencia.
Se observan con frecuencia en espacios públicos, edificios gubernamentales y se concentran especialmente en las ciudades y centros urbanos. Normalmente, donde existen los seres humanos cohabitan las ratas.
A su ritmo de crecimiento, en poco tiempo existirán más ratas que personas, y probablemente dejaremos de hablar del planeta de los simios y lo sustituiremos para entrar en la era del planeta de las ratas. Seguramente un buen guion, y una nueva producción aparecerán para la realización de una película o una serie en Netflix.
La era digital y las redes sociales también han aumentado la percepción de su presencia. Si antes sabíamos de su existencia, ahora las vemos a cada momento, en todo lugar y en tiempo real. Vivimos en medio de una invasión física y digital de las ratas. Nos devoran de manera agotadora y pareciera que estuviéramos anestesiados espiritualmente sin poder reaccionar.
Ojalá pudiéramos seguir el ejemplo de algunas grandes metrópolis en el mundo donde se ejecutan proyectos para disminuirlas sustancialmente.
Ojalá pudiéramos encontrar el antídoto para controlarlas. Ojalá.
