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Gestos que indignan

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Juan Carlos Pinzón Bueno
08 de abril de 2010 - 04:24 a. m.
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MIENTRAS EL PAÍS SE ENCUENTRA concentrado en las elecciones, las Farc están intentando recuperar espacio político.

Esto no sorprende, es lo que organizaciones de este tipo realizan como parte de su estrategia de “guerra popular prolongada”: ante la debilidad, terrorismo y maniobra política. Lo más importante es desenmascararlos y que la opinión pública nacional, pero sobre todo la internacional no se dejen engañar.

Las acciones en el Cauca, el carro bomba en Buenaventura y el espectáculo cruel para liberar a miembros de las Fuerzas Armadas que resistieron el secuestro o entregaron su vida con honor, se enmarcan en el repertorio de las Farc. Las atrocidades de las acciones terroristas por sí solas las desacreditan ante el mundo y sin duda son una torpeza política. Sus estrategas siguen sin entender que el terror ya no engendra miedo en el pueblo, sino voluntad política para imponerse sobre los criminales. Sin embargo, lo que más indigna son los gestos de algunos personajes para favorecer la agenda de esa organización.

En una visita del presidente Chávez a su homólogo ecuatoriano, éste se dedicó a hablar en tono poco amistoso, tal vez buscando alguna reacción de los candidatos presidenciales en Colombia (que con prudencia, como corresponde, no reaccionaron). Dijo que las relaciones seguirían congeladas hasta el próximo gobierno, y planteó una alianza militar con Ecuador que es legítima pero curiosa. Sin embargo, el gesto más destemplado de los dos mandatarios fue la proclama bolivariana a todo pulmón “… la espada de Bolívar por América Latina”, la misma que alias Márquez había hecho en un video clandestino semanas atrás, sin que nadie del Alba protestara. ¿El “socialismo del siglo XXI” incluye a las Farc? Esta situación plantea al país un reto estratégico muy complejo, que no se puede enfrentar con retórica o sonrisas.

La semana pasada hubo alegría por el regreso de los secuestrados. Los esfuerzos para liberar a esos hombres y a esas familias de la tragedia valen la pena. Aunque todo el evento está montado para alimentar políticamente a las Farc, siempre existe la esperanza de que la senadora Córdoba y sus acompañantes trabajen de manera desinteresada por la paz de Colombia, sin prestarse a los objetivos de ese grupo. Pero no, permitieron que se violaran los acuerdos con la presencia de Telesur, y si no sabían como afirmaron, tampoco criticaron el hecho. Pero el gesto más indignante fue cuando la Senadora, con pose de inocencia, anunció que las “… Farc hicieron honores militares…” por considerar al coronel Guevara un héroe. El Coronel murió por la crueldad de sus captores, y ella lo sabe. ¿Por qué los enaltece? ¿Por qué llama a los secuestrados “prisioneros de guerra”?

Por fortuna para la nación, mientras las Farc y sus aliados juegan a la política, la contundencia de las Fuerzas Armadas no se detiene. Los logros que se alcanzaron en los últimos años en cuanto a la combinación de inteligencia, planeación operacional y nuevas capacidades siguen vigentes. Una muestra fue la operación aérea que dejó fuera de combate a la cuadrilla 50 y su cabecilla. (Crítica constructiva: se nota desde varios meses un afán de cada fuerza por cobrar los éxitos de manera independiente, eso es un retroceso).

 Nota: La visita de Putin a Venezuela, ¿energía nuclear y armas? Después de los atentados terroristas en Moscú, a Putin debería interesarle más un esfuerzo concertado contra el crimen.

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