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Acuerdos y escupitajos

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Juan David Ochoa
23 de abril de 2022 - 05:00 a. m.
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El tiempo de los enfoques racionales en las candidaturas ha terminado. Siguiendo la tradición, el boicot indiscriminado y los escupitajos, a poco más de un mes de la primera vuelta presidencial, serán la única opción entre los partidos que se sientan medianamente relegados en las encuestas. Saben que la última táctica a favor será la bajeza y la calumnia para desacreditar contendores favorecidos por el voto de opinión; ese fenómeno creciente y temido por las castas políticas tradicionales que se sintieron suficientemente cómodos mientras pudieron sostener su historia en la tranquilidad del soborno. Ahora que el tráfico de influencias se ha visto menguado por la aparición de banderas alternativas y generaciones ajenas al silencio, no les queda más que la rabia para atacar el soporte de ese nuevo Estado que los espanta y los arrincona en el costado de la marginalidad. Por eso deben acudir a las últimas tácticas de la confrontación política, que es una vieja y conocida herencia del monstruo Laureano Gómez; el rostro enmarcado en todos sus cuadros de la adoración.

El desfile de los expresidentes y los políticos costumbristas por la sala privada de Federico Gutiérrez se ha demostrado con toda la pompa de la solemnidad. Allí estuvo, en días pasados, el inepto y orgulloso Andrés Pastrana Arango, respaldando su aspiración desde su alta experiencia en el poder ausente. Al salir, escribió con el aire de un patriarca sabio y consejero sobre las sensaciones del candidato insuflado ante los próximos tiempos: “Lo vi muy optimista, pero muy indignado por los pactos de Petro con el narcotráfico y los carteles de la contratación”. La hipérbole y la extrema seguridad de un supuesto pacto en La Picota tiene todos los tintes efectistas de su incapacidad para entender la complejidad, ahora que el escándalo tiene más tintes de un entrampamiento por los últimos indicios y un confuso choque de fuentes que impiden aseveraciones definitivas. Pero lo hizo, tal vez para seguir resonando en medios, que es su única preocupación después de que su nombre ha sido ubicado progresivamente en la insignificancia.

Las reservas de las fuerzas militares, rugiendo de honor y furia, han publicado su respaldo unánime a Gutiérrez, y el presidente, cada vez más evidente en sus discursos acomodados de participación en política, sigue intentando acomodar adjetivos y omitir artículos para que quede sutilmente enviado el mensaje de su adhesión.

Aunque intenten disimularlo a estas alturas del tiempo, con todos los recursos de la desvergüenza, Federico Gutiérrez es el candidato oficial del uribismo para evitar que un

gobierno alternativo les trunque el dominio total de las instituciones y no les quede más que una escalada de funcionarios presos cuando un Fiscal retome los archivos disecados en los despachos de un bunker que ha trabajado los últimos 20 años para custodiar el nombre y la honra del pacificador que lanzó esta historia de todos los excesos a los últimos suburbios de la oscuridad.

Conoce más

 

javier(96673)24 de abril de 2022 - 05:15 a. m.
Ni con tergiversaciones, embustes y entrampamientos pueden con Petro-Francia y el Pacto Histórico. Tiro por la culata porque nadie les cree. Tanto lodo se convierte en simpatías y finalmente en votos por la verdadera opción de cambio. A mitad de camino, o más atrás, quedará el sectario Fajardo.
Imagin(14177)24 de abril de 2022 - 04:58 a. m.
Por cualquier lado es favorable para Colombia un triunfo popular liderado por Petro-Francia (Pacto Histórico). Si el viejo régimen se enroca y arremete contra los nuevos gobernantes para impedirles el ejercicio del poder perderá el antifaz de "demócrata" y "respetuoso de los derechos humanos" que siempre ha utilizado ante la opinión pública internacional. Y eso traerá consecuencias.
  • Imagin(14177)24 de abril de 2022 - 04:58 a. m.
    Y si paradójicamente permite una transición pacífica, siendo respetuoso de la voluntad popular, entonces nos callará la boca a más de uno que creemos que eso es imposible dado el carácter autoritario y antidemocrático que siempre le ha caracterizado. ¿Qué deberían hacer los viejos gobernantes? Permitir que Petro gobierne con garantías, así como la izquierda ha hecho una oposición democrática.
Imagin(14177)24 de abril de 2022 - 04:56 a. m.
El hecho que Duque y cía. participen en política de manera tan descarada y cínica, es una muestra clara de la impotencia y el desespero del régimen oligárquico narcoparamilitar ante la inminente llegada del pueblo al poder, por la vía de las urnas. A leguas se ve que si gana Petro sus adversarios no van a reconocer el resultado y van a promover la violencia y el caos para deslegitimar su triunfo.
Imagin(14177)24 de abril de 2022 - 04:55 a. m.
El próximo 29 de mayo el pueblo debe protagonizar una jornada heroica (que puede ser doble si hay segunda vuelta) en donde elijamos un gobierno distinto, y cuidemos cada voto depositado. Hay que buscar el triunfo en primera, pues candidatos ambiguos como Falsardo pueden de nuevo escaquearse y dejar al país colgado de la brocha. Ya lo hizo, sin ningún empacho en 2018 y vaca ladrona no olvida el...
Imagin(14177)24 de abril de 2022 - 04:53 a. m.
Rechazo la PPP del candidato que supuestamente busca "unir al país", donde se nota su sesgo y sus preferencias. Mientras a Petro lo califica de "deshonesto", a alias Fico le critica que "no diga a quien representa". La diferencia entre Petro y Fajardo es que mientras a Petro le creemos, vaya o no vaya a la notaría, a Fajardo ni siquiera yendo a la notaría le podemos creer. Es muy poco confiable.
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