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Centro dinamitado

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Juan David Ochoa
05 de febrero de 2022 - 05:00 a. m.
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Desde la ubicación privilegiada de la ambigüedad, el centro político tenía el tiempo y las coyunturas unidas para posicionar un mínimo argumento sólido entre el incendio. Tenían nombres renovados provenientes de partidos medianamente limpios y participantes protagónicos de la mesa de La Habana que podían sustentar una continuidad sostenida del acuerdo que un Gobierno de pirómanos destruyó sin nervios. Dejaron intacta la figura durmiente y nula de Sergio Fajardo en el trasfondo de sus comunicados de prensa, pretendiendo que su vieja imagen de candidato titular pudiera darles el plus entre los números del posicionamiento que esperaron sin avances. Y siguieron preguntándose después, entre cónclaves papales y gazaperas públicas, sobre el misterio de ese estancamiento inamovible que los dejaba al margen de las encuestas. No podían entender las razones de esa frialdad sobre esa nómina de políticos ajenos al estigma y a la furia. Desesperados en la marginación, acudieron a los pequeños impulsos de maquinarias sin ruido que los salvaran de la comparación con la estridencia de la industria mecánica de votos que los partidos tradicionales ostentan siempre y sin vergüenza en el avance al trono.

Respondiendo a la visión sin remordimientos de sus asesores, no les quedó más que la realpolitik y el pragmatismo entre el estercolero, pero insistiendo en el discurso purista con el que fundaron esa bandera de esperanza sin suciedad. Entre esa misma ambigüedad y delirio, resulta todavía insólito que sigan acudiendo a esa elevada superioridad moral con la que han vendido la coalición con la presencia eterna de Fajardo, aunque las ruinas de Hidroituango y las cuotas del GEA sigan cayendo sobre su nombre. Tampoco parece importarles demasiado la evidente búsqueda personal de cada una de sus figuras y las zancadas que se lanzan ante la vista de un público hambriento de entrenamiento y escándalo, ahora que la contienda electoral ha iniciado con todos los fuegos y las tácticas efectivas de la trampa y el ultraje para lograr un rédito a favor entre la oscuridad.

Todo parecía haber llegado al límite de la implosión, cuando dos protagonistas célebres hicieron el último espectáculo de esa bandera anclada en la pureza. La denuncia interna de alianzas con maquinarias y un ultimátum amenazante dinamitaron la atmósfera de fraternidad que la publicidad no pudo sostener, y pocos días después Ingrid Bethencourt demostraría un desconocimiento estrafalario de la escena política y una estrategia de silencio para evitar molestias con las posibles alianzas que ahora busca entre la soledad. La estantería general de la coalición de esa vieja esperanza sigue derrumbándose y los partidos alternos continúan afianzando pactos secretos con el clientelismo. Y seguirán derrumbándose mientras insistan en un centro político inexistente donde solo quedarán en evidencia los secretos liberados y el conflicto de interés con alianzas que necesitarán cada vez más para obtener una posibilidad pragmática ante una segunda vuelta. Mientras tanto, al otro lado del espectro y del ruido, el Pacto Histórico parece haber dejado atrás el insistente discurso superior de alta moral sagrada para unir los bloques del pacto con César Gaviria, prohombre de la burocracia y la traición, a quien habían destrozado recientemente cuando parecía unir su bandera con Alejandro Gaviria. La política es dinámica y aturde entre el sonido de las máquinas, la contradicción y la perversa ironía.

Conoce más

 

Alberto(17834)05 de febrero de 2022 - 10:42 p. m.
Petro es el único candidato que tiene propuestas viables y no ha sido corrupto
Hernán(22184)05 de febrero de 2022 - 10:42 p. m.
Los extremos de derecha e izquierda se juntan. Sin embargo, eso no implica que hay un justo medio que ahora llaman "el centro". En la vida y especialmente en política hay que tomar posiciones y el centro patina, se resbala y cae cuando pretende presentar soluciones a la historia de violencia e inequidad que la derecha le ha dejado al país. Conclusión: viraje a la izquierda con el Pacto Histórico!
javier(96673)05 de febrero de 2022 - 10:01 p. m.
Todos al Pacto Histórico para derrotar a las fuerzas neoliberales y azuzadoras de más guerras. Petro Presidente.
Julio(87145)05 de febrero de 2022 - 09:36 p. m.
Que panorama más confuso.
PEDRO(90741)05 de febrero de 2022 - 09:15 p. m.
Cuenta regresiva: faltan 183 días para que termine este inmoral gobierno. No comprometa su voto a cambio de dádivas o elementos materiales.
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