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Atalaya

Candidato para verdugo

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Juan David Zuloaga D.
10 de julio de 2025 - 05:04 a. m.
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Se lee en una nota del Libro contra la muerte de Elias Canetti —aquel libro en el que se compilan los distintos pensamientos, citas, glosas y apuntes que el gran escritor sefardita le dedicó a la muerte, la voraz prostituta, pues con todos se acuesta— que se requerían candidatos para verdugo.

Por medio de un artículo de prensa del año mil novecientos ochenta se hizo público que en la localidad de Springfield (Illinois) se buscaba un ‘verdugo voluntario’ para dar muerte al asesino múltiple John Gacy. Lo más curioso del asunto, quizás, no es que a esas alturas del siglo XX se estuviese buscando un candidato para verdugo, sino que llegaran propuestas serias y muy numerosas. Semanas después de la publicación de la oferta de ‘empleo’ se recibió una avalancha de cartas. Algunos remitentes enviaron sus hojas de vida detalladas, haciendo hincapié en su experiencia profesional en tal sentido: «‘Tengo treinta años, soy varón, soltero, y los demás me definen como un joven frío, tranquilo, fiable, meticuloso y discreto. Creo firmemente en la pena capital’, señala el cajero de un banco londinense. Un policía de Wisconsin resalta el hecho de que, en una de sus anteriores ocupaciones, en un asilo para animales, se dedicara a la ‘eliminación de animales’. Un hombre de Viena se interesa, según parece, por el salario. ‘No disfruto matando, pero por dinero lo haría’. Otro voluntario, un veterano de la marina de cuarenta y dos años de edad, está cumpliendo una condena en una prisión de Nueva York: ‘Pronto me concederán la libertad condicional y necesito trabajo’», cita y anota Canetti en el libro mencionado.

Inquieta, tras tantos milenios de civilización —vamos a llamarlo de este modo en aras de la brevedad—, inquieta, decía, esta vulgar familiaridad con la muerte. Si se pudiera hablar de civilización —y de su desarrollo— tal vez habría que cifrar este lento devenir en el hecho de que matar al otro se hace (o debiera hacerse) más lejano, más pavoroso y más improbable. Ciertamente Colombia no es un buen ejemplo. Ni el mundo de hoy, tal y como van los asuntos por casi toda la geografía global, tampoco. La muerte sigue rondándolo todo, impregnándolo todo con su hedor y con su impertinencia, dejando rastros de su terrible devaneo por doquier. Y pareciera que a nadie importunara esta cercanía, que todo lo consume y todo lo destruye. A mí, en cambio, sí me parece inquietante y doloroso que, tras una singladura de milenios, siga habiendo candidatos para verdugo.

@D_Zuloaga

juandavidzuloaga@yahoo.com

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leunamuno(9808)11 de julio de 2025 - 03:11 p. m.
La muerte y sus accesorios desde hace mucho tiempo es un artículo comercial hasta el punto que pronto las cenizas no serán entregadas a los deudos sino que serán retenidas en un cementerio en micro bóvedas que tendrán un costo que no deja de ser comercial. Por eso la idiotez más grande hombre contemporáneo es traer hijos al mundo para alimentar el comercio en desprecio por la humanidad.
usucapion1000 .(15667)10 de julio de 2025 - 05:20 p. m.
Estamos tan acostumbrados a que nos azoten que nos hace falta. Y lo digo no solo a nivel de los miembros de esta sociedad que se ha connaturalizado con la violencia estructural sino además como país que ha sido pisoteado sin piedad por la bota imperialista neoliberal que no hemos sido capaz de enfrentar. Y CUÁNDO ALGUIEN TIENE EL CORAJE DE PETRO DE HACERLO, SE LE CRÍTICA POR LOCO, ASÍ DE HABITUASDFOS ESTAMOS EN LAMER EL BARRO DE LOS PIES DE LOS PODEROSOS.
  • Astrid Vallejo(60305)12 de julio de 2025 - 06:11 p. m.
    De acuerdo
jose ignacio lopez gonzalez(33220)10 de julio de 2025 - 02:18 p. m.
señor columnista y de que se sorprende . si tenemos un expresidente al que le rinden culto y es capaz de sentirse orgulloso de esta frase : buen muerto.
  • Rodrigo E Ordonez(2908)11 de julio de 2025 - 11:54 a. m.
    Genial comentario!
Gines de Pasamonte(86371)10 de julio de 2025 - 01:15 p. m.
1) Juan David, en virtud de tu columna de 5 de junio pasado: “Las adaptaciones cinematográficas…”, adquirí el libro de Torcuato Luca de Tena: “Los renglones torcidos de Dios”, el cual devoré con fruición. Harold Bloom estima que Hamlet es el personaje masculino más inteligente de toda la literatura. ¿Alice Gould es el personaje femenino equiparable con Hamlet? ¡Muy probable, diría! Gran inteligencia y cultura del escritor madrileño; me hizo evocar al mismísimo Shakespeare o bien a Aldous Huxley
Gines de Pasamonte(86371)10 de julio de 2025 - 01:14 p. m.
2) Canetti, el de “Auto de fe”, “El otro proceso de Kafka”, es un autor que vale la pena leerlo. Volviendo a tu columna, Juan David, en Colombia la pena de muerte SIEMPRE ha existido, por ello no creo en marchas con pañuelitos blancos, pues a los sicarios les importa un higo las mismas. Si legalmente se instaurase la Pena Capital, el matarife sería el firme candidato para ser el primero en ser ofrendado al Hades y en la mismísima Antioquia, sobrarían verdugos…, ¡y gratis! ¡Plop!
  • Gines de Pasamonte(86371)10 de julio de 2025 - 01:47 p. m.
    ¡Hasta pagarían por ser los verdugos del matarife! ¡No lo duden! ¡Plop!
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