Son tantas y tan infames las noticias que a diario produce este país, que hemos perdido la capacidad de escandalizarnos. A fuerza de vivir en medio de tanto desasosiego y de tanto dolor, hemos terminado por aceptar como normales los hechos más aberrantes de injusticia y de corrupción; tan solo porque se tornaron cotidianos.
El individualismo sin medida que hoy reina pretende que, frente a lo despiadado e inhumano, basta con entornar los ojos o con mirar para otro lado. Así se puede sobrevivir en esta selva de horror y de espanto, sí, pero no se puede construir una nación ni consolidar una comunidad. Hay quienes deciden mirar para...
Conoce más
