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Atalaya

Un apunte sobre el odio

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Juan David Zuloaga D.
15 de mayo de 2025 - 05:00 a. m.
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Al comienzo de El alba, la segunda parte de la Trilogía sobre la noche de Elie Wiesel, el personaje principal de la novela sostiene que cometerá un asesinato al día siguiente, y a continuación afirma: «No conocía a ese hombre. Para mí no tenía todavía rostro ni existencia bien definidos. Nada sabía de él. No sabía si se rascaba la nariz al comer, si hablaba o callaba cuando hacía el amor, si le gustaba odiar, si engañaba a su mujer, a su Dios, o a su porvenir. Lo único que sabía es que era inglés; que era mi enemigo. Y eso, ¿quién lo sabía?» (las cursivas son mías).

Narra la novela el asesinato que tendrá lugar al día siguiente por uno de los militantes de la resistencia en contra de la ocupación británica, en represalia de los homicidios perpetrados por parte del gobierno invasor. Nos cuenta Wiesel —quien obtuvo en Premio Nobel de la Paz en el año 1986 por su testimonio fiel y certero sobre los hechos dolorosos y crudelísimos vividos en los campos de concentración en tiempos del régimen Nacionalsocialista— de los recelos y de los dilemas éticos del personaje. Todos sus padecimientos se narran con maestría y con descarnada sinceridad en la primera parte de la trilogía sobre el holocausto, titulada La noche. Elisha, el personaje principal, comparte con el lector sus temores, sus dudas, los remordimientos que le producirá saber que ahora él, en esta segunda parte de la trilogía, es el verdugo y que, por una razón política, que quizás puede ser excesiva o equivocada, debe matar a un hombre inocente; inocente como los millones que perecieron por causa de un régimen injusto y atroz durante la Segunda Guerra Mundial. Confiesa Elisha atormentado: «Me obsesionaban tantas preguntas. ¿Dónde se encuentra a Dios? ¿En el sufrimiento o en su negación? ¿Cuándo es humano un hombre? ¿Diciendo sí o gritando no? ¿A dónde conduce el sufrimiento al hombre? ¿A la pureza o a la bestialidad?».

Más allá de la impersonalidad que en muchos sentidos requiere la figura del enemigo, en donde se suele magnificar su maldad, tergiversar su condición y exagerar sus defectos, me causa consternación la cita de Wiesel porque por primera vez en mi vida, ya mediado el camino de mi existencia, me percato de que cabe la posibilidad de que a alguien en el mundo le guste odiar.

Nos explica el fenomenólogo Aurel Kolnai —filósofo judío nacido en Hungría, y quien, como Elie Wiesel, también habría de padecer las durezas del Nazismo— que el odio es una relación más bilateral que el amor. El amor, nos dice, no necesita ser correspondido, mientras que el odio resulta absurdo en un plano en el que nunca pudiera ser correspondido. El odio tiende a la aniquilación de su objeto. Elisha sostiene que él no odiaba a aquel a quien debía asesinar, que hubiera querido odiarlo, pues eso hubiera simplificado su tarea. El odio lo justifica todo, dijo.

Hasta el momento, nunca se me había ocurrido que a alguien le gustara odiar, como se lee en pasaje citado, pero basta pensar un poco en los sentimientos hostiles —envidia, soberbia, egoísmo, resentimiento, avaricia, odio— para constatar que todo aquel que los padece —y hay también quien los cultiva— se regodea en ellos y en ellos encuentra gusto, sentido y plenitud.

@D_Zuloaga

juandavidzuloaga@yahoo.com

Conoce más

 

JUAN GARCÍA(i5w8f)15 de mayo de 2025 - 04:22 p. m.
el odio sí es bilateral. cada uno nomina a sus "enemigos"
Rosdel(57807)15 de mayo de 2025 - 01:13 p. m.
El odio no necesariamente es correspondido!
Atenas (06773)15 de mayo de 2025 - 10:57 a. m.
JuanDa., pa conocer de cerca la dimensión del odio y todo cuanto despierta de rencores y resentimientos, no basta leer el interesante libro q’ citas, no. De cerca, ahí en B/tá, propia/ en la Casa de Nariño está el cultivo de odio visceral y mortal. Atenas.
  • Gladys Benavides(69771)15 de mayo de 2025 - 08:49 p. m.
    Erwin, su discurso es tan mezquino, como el protagonista del libro, si bien es cierto que hubo excesos infames de dictadores de derecha, que son reprochables e innegables y que siguen sucediendo como en Gaza, por qué no alza la voz también contra los dictadores de izquierda en Venezuela, Cuba, Nicaragua y otros de medio y lejano oriente. Eso es lo que molesta de ustedes y no es posible creerles, miran un sólo lado de la verdad. Por eso Petro perdió credibilidad y confianza.
  • ERWIN JIMENES(18151)15 de mayo de 2025 - 12:27 p. m.
    Los sicopatas no odian ..es su naturaleza ..son enfermos ..no empatizan ..como los cerebros detras de los falsos positivos..a quien se le ocurre asesinar jovenes inocentes,para vestirlos como guerrilleros y hacerlos pasar como tales ..y hacer ver que una politica de estado era exitosa?..a una mente enferma..asesinaron mas gente que pinochet ..que tal ..seres miserables ..saludos al travesti obdulito...chaoo apenas.
Gines de Pasamonte(86371)15 de mayo de 2025 - 10:50 a. m.
¡De todo hay en la viña, Juan David! ¡La banalidad del mal! Tema que aborda Hanna Arendt en su libro “Eichmann en Jerusalén"; su tesis cobija a cualquier ser humano como posible y potencial ejecutor de los mayores crímenes, con o sin odio. Considero que, no podemos perder de vista lo que afirma Hermann Hesse: “Cuando odiamos a alguien, odiamos en su imagen algo que está dentro de nosotros” ¡Plop! ¡De difícil digestión la afirmación del señor Hesse!
  • Atenas (06773)15 de mayo de 2025 - 01:30 p. m.
    Nooo, a este tonto de Yines de P…..acotilla con razón otra forista lo apodó Quico, el engreído del Chavo del 8 q’ tiro por sambo quedaba como un cu…..por fantoche, tal cual le pasa este toche, experto en bajar daticos de internet, y tan fácil q’ es hoy cuando el ChatGPT o la IA llega a preguntar de qué asunto se requiere apoyo escrito. Y presume de libresco ahora de viejo cacreco y terco. Bye, bye, fool.Atenas.
  • Atenas (06773)15 de mayo de 2025 - 01:30 p. m.
    Nooo, a este tonto de Yines de P…..acotilla con razón otra forista lo apodó Quico, el engreído del Chavo del 8 q’ tiro por sambo quedaba como un cu…..por fantoche, tal cual le pasa este toche, experto en bajar daticos de internet, y tan fácil q’ es hoy cuando el ChatGPT o la IA llega a preguntar de qué asunto se requiere apoyo escrito. Y presume de libresco ahora de viejo cacreco y terco. Bye, bye, fool.Atenas.
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