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Atalaya

Un vasito de agua, por favor

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Juan David Zuloaga D.
19 de enero de 2023 - 05:01 a. m.
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Nada más desagradecido en Colombia que pedir un vaso de agua en un restaurante. En países más civilizados no hay que pedirlo, se ofrecen al comensal jarras o botellas de agua que están dispuestas para el consumo en la mesa o en un lugar cercano.

En Colombia no. Hay que pedir un vaso de agua. Y cuando se pide hay dos resultados posibles: o al mesero se le olvida traerlo o aparece en la mesa con una botella de agua debidamente empacada en un envase plástico.

El problema es grave porque el ser humano no muere de hambre, sino de sed. Cuando una persona fallece por inanición lo que en verdad la mata es la falta de agua y no de alimentos. Pero hay más: según distintos estudios sobre la cuestión, se consumen al año unas 500.000 millones de botellas de agua en el mundo. Un volumen tal puede darle más de 200 veces la vuelta al planeta.

Una botella plástica tarda entre 600 y 1.000 años en degradarse, y los niveles de reciclaje y reutilización en Colombia y en otros muchos países siguen siendo muy bajos. Se estima que más del 75 % de estas botellas termina en los basureros y en los océanos. Se necesitan unos seis litros de agua para producir una botella de un litro de agua envasada. El costo de venta es de más de mil veces el costo del agua de la llave y en muchas ocasiones su calidad es inferior a la que ofrecen los acueductos de los municipios y de las ciudades, además de haberse constatado la presencia de partículas de plástico en el agua envasada en este material.

En ciertas circunstancias parece comprensible o justificado el consumo de agua en botella (¿en botella plástica?), pero anotado todo lo anterior parece conveniente que empecemos a preguntarnos por la necesidad de consumir agua en botella y por la pertinencia de moderar tal consumo. Se podría comenzar por los restaurantes y por los hoteles con una medida tan sencilla como servir un vaso de agua de la llave cuando el cliente lo pida, sin necesidad de lanzar sobre él anatemas e improperios.

Sin duda uno de los índices más elevados y más sutiles de civilización que pensar se pueda es que el agua de la ciudad en la que vivimos o que visitamos sea potable. Y otro peldaño en la conquista de la civilización es que nos sirvan un vasito de agua y nos lo dejen tomar cuando lo necesitamos o cuando lo pedimos.

@D_Zuloaga

juandavidzuloaga@yahoo.com

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