
“Las mejoras en la textura de la película fotográfica condenaron al VistaVision al olvido. Hasta hoy”: Juan Diego Soler
Foto: EFE - Daniel Gonzalez
Hace 70 años, como hoy, las salas de cine se vaciaban por la proliferación de pantallas en otros lugares. Las reacciones fueron imágenes monumentales, proyectadas en dimensión y calidad inalcanzables para dispositivos más pequeños. Primero llegó el Cinerama, una pantalla curva gigante que envolvía a los espectadores con la proyección de tres tiras de película de 35 milímetros con cuatro perforaciones por fotograma, el estándar que desde 1909, y hasta la llegada del cine digital, dominó en todo el mundo. Después vino el Cinemascope, que reducía costos usando lentes para registrar imágenes de pantalla ancha en fotogramas de 35...

Por Juan Diego Soler
Doctor en Astronomía y Astrofísica en la Universidad de Toronto, Canadá. Investigador científico del Instituto de Astrofísica Espacial y Planetología en Roma, Italia. Autor de los libros “Relatos del confín del mundo (y el universo)” y “Lejos de casa”. Escribe sobre ciencia para El Espectador desde 2011.
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