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El sino trágico del matoneo

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Juan Felipe Carrillo Gáfaro
04 de septiembre de 2023 - 07:18 p. m.
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El colegio Helvetia quedó un poco contra las cuerdas por los casos de matoneo presentados por EE hace un par de días. Las redes sociales y sus usuarios aprovecharon la ocasión, con esa terrible mala intención que invade estos espacios, para irse lanza en ristre contra el colegio y recordar lo clasista y racista que puede ser nuestra sociedad. El colegio dice haber actuado con toda rigurosidad, pero las familias de la niña y el niño afectados tuvieron que tomar medidas drásticas para frenar el sino trágico del matoneo.

Pero acá no se trata de seguir crucificando al colegio. El matoneo escolar es un pasajero silencioso que se va instalando de manera lenta en la dinámica cotidiana de una buena parte de las instituciones educativas. Empieza como un juego cadencioso de burlas espontáneas que van llevando a la víctima a una posición de desamparo total. Lo que empieza como un mal chiste se convierte en una invasión sistémica del espacio del otro a través de comentarios que hieren de manera profunda su identidad y lo encierran en un submundo de miedo y desesperación.

Los relatos de las experiencias de matoneo son verdaderas historias de terror para el que las vive y para sus familias. El relato de la representante de las Naciones Unidas, cuya hija tuvo que ser retirada del colegio y dejar Colombia para sanar su sufrimiento, es el relato de muchos padres de familia que tardan en identificar lo que está pasando. Los síntomas no vienen de la noche a la mañana y cuando se intenta actuar suele ser demasiado tarde: no solo porque el daño ya está hecho y repararlo requiere de algo más que un par de discusiones o castigos, sino también porque muchas instituciones académicas no saben cómo actuar y se esconden en procesos internos que no llevan a nada.

No está bien que estos casos sean reducidos a un simple conflicto entre estudiantes y se manejen exclusivamente como tales. Y si en las primeras instancias se puede creer que las metodologías alternativas de resolución de conflictos son la solución, existe un punto de no retorno que requiere procesos de otro tipo. La Corte Constitucional dejó claro que el matoneo vulnera los derechos fundamentales a la vida, a la dignidad, y a la integridad personal.

¿Qué dicen las secretarías y el ministerio de educación? ¿Cuáles son las políticas de bienestar que manejan los colegios para detener el hambre voraz del matoneo? Quizás la ley debería ser más clara al respecto y condenar con mayor rigor la pasividad de todos aquellos, en especial colegios y padres de familia, que no se tomen este tema en serio y lo vean como parte de una estúpida teoría pseudo evolucionista. Ya no son los años 50 donde la letra entraba con sangre e imperaba a todo precio la ley del más fuerte.

No sobra repensar las estructuras de apoyo y acompañamiento a esos niños y esas niñas víctimas de matoneo. No sobra que los colegios en Colombia reconozcan sus errores y demuestren que la educación no se puede reducir a la competitividad, que no se trata de ellos como institución sino de sus alumnos y de cómo ayudar a mitigar la sempiterna violencia de la sociedad colombiana. Si tenemos en cuenta lo que decía John Dewey en su credo pedagógico sobre cómo “la educación es un proceso de vida y no una preparación para la vida futura” (artículo 2), entenderíamos quizás con mayor claridad que la lucha contra este flagelo no da espera alguna.

@jfcarrillog

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MARGARITA(83707)24 de septiembre de 2023 - 02:09 p. m.
Oportuna reflexión, que no pase cada vez un caso más para que se gestionen verdaderas medidas de detención del maltrato y matoneo
Juan(66878)06 de septiembre de 2023 - 03:42 a. m.
De ninguna manera se defiende al Helvetia, pero la crucifixión de un colegio no ayuda a tener una visión holística del tema.
Ana(q2pty)05 de septiembre de 2023 - 01:24 p. m.
Al colegio le falto control del asunto, sino porque la Corte tuvo que entrar a recordarles a las instituciones educativas cual es el rol ante esas situaciones.Extrañamente el columnista defiende al colegio .
  • Usuario(51538)05 de septiembre de 2023 - 06:37 p. m.
    Defiende al Helvetia, pero ataca sin piedad a las instituciones educativas en general. La CC no tiene que entrar "a recordarles a las instituciones educativas cuál es su rol", porque ese ente jurídico se encargó de maniatar a colegios, directivos y docentes amparando los derechos de los estudiantes matoneadores e indisciplinados. Las amenazas de procesos disciplinarios y hasta de la cárcel disuaden a las instituciones de tomar medidas con los crápulas. Entérese de cómo es el maní en realidad.
Usuario(51538)05 de septiembre de 2023 - 01:07 a. m.
La Corte Constitucional en numerosos fallos protegió al crápula, al desaplicado, al matoneador, porque no se les puede "negar el derecho a la educación". Ataron de ese modo las manos de las instituciones que, en un alarde de desconocimiento supino de lo que sucede en los intríngulis del debido proceso y toda esa maraña procedimental, el señor Carrillo Gáfaro culpa de no actuar en esos casos. Es mejor que se entere de cómo es el maní en esas situaciones, antes de ponerse a hablar chicuca.
Atenas(06773)05 de septiembre de 2023 - 12:35 a. m.
Comparto lo q' afirma con sutileza, q' lapidaron con acelere al colegio Helvetia, pues si juzgamos el contexto cabe preguntar cuántos alumnos por allí han pasado y qué proporción tiene lo ocurrido; obvio q' de pronto le faltó más contundencia ante esa peste q' x doquier coge vuelo en razón de la mayor población. Mas la prorrata se mantiene.
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