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Querer el cambio

Juan Felipe Carrillo Gáfaro
11 de marzo de 2021 - 12:23 a. m.

En este periodo de incertidumbre hacer planes pensando en el futuro se ha convertido en una fútil quimera. Y sin embargo, cómo es de importante vivir el presente proyectándose en algo parecido a un futuro; en algo semejante a un cambio de perspectiva en medio de las dificultades. Ha pasado más de un año desde que comenzó la pandemia y, pese a la sorprendente capacidad que tenemos de acostumbrarnos a todo, hemos ido perdiendo la capacidad de mirar un poco más allá.

¿Pero qué podemos proyectar si todo lo que teníamos en la mira se fue cancelando de un momento a otro?

Si bien es cierto que mucho de lo planeado quedó en veremos, es fundamental no dejar de pensar en lo importantes que son los cambios y lo que nos pueden aportar en un momento dado. Es clave alimentar la convicción de lo transcendental que es el cambio interior y cómo a partir de ahí es posible romper con la rutina, imaginar nuevos escenarios y, lo más significativo, seguir disfrutando de “aquellas pequeñas cosas” (Serrat).

Para llevar a cabo estas reflexiones existen muchas herramientas en términos de cambio organizacional y personal. En mi opinión, una de las estrategias más interesantes para valorar un proceso de cambio en términos cualitativos es la fórmula C = [ABD] > X propuesta por Beckhard y Harris en 1987 donde, como se explica en el enlace adjunto,

- C es el cambio

- A es el nivel de insatisfacción con el statu quo (cuán urgente y necesario es el cambio)

- B es la visión a futuro del cambio y los beneficios que puede generar

- D es la practicidad del cambio (los primeros pasos a seguir, su comodidad, si resulta fácil o no etc.)

- X es la resistencia al cambio (el esfuerzo, la complejidad y el riesgo que este conlleva).

Al no tratarse de una fórmula matemática, lograr establecer que el producto de ABD sea superior a la resistencia al cambio es un ejercicio subjetivo cuya base es la percepción individual o colectiva que nace de una necesidad puntual de provocar un cambio. Si el nivel de insatisfacción (A), la visión a futuro (B) o la practicidad (D) son muy reducidos, es muy probable que la resistencia al cambio sea mayor y que llevarlo a cabo no valga la pena. Es evidente que esto no se puede determinar de la noche a la mañana y que son muchos los factores que se deben contemplar en este tipo de reflexiones.

En el fondo, lo relevante no es si la fórmula funciona o no, sino tener en cuenta las diferentes variables que vienen con los cambios. Lo relevante es darse cuenta hasta dónde hemos sido capaces de cambiar nuestros hábitos para seguir viviendo y no dejarnos amedrentar por el statu quo provocado por la pandemia y secundado en muchas ocasiones por las decisiones arbitrarias de los diferentes gobiernos.

Lo relevante es entender que la vida sigue y debe seguir, y que esa reflexión nos debe dar la energía suficiente para seguir creando proyectos, fomentar nuestra creatividad, ayudar a los demás e intentar, en la medida de lo posible, no dar las cosas por perdidas. Está claro que no todas las personas han tenido la facilidad de estar en sus casas y ver cómo avanza el mundo desde un computador. Y aún así muchas de ellas han demostrado una enorme capacidad para reinventarse y seguir luchando por esos mínimos básicos que dan sentido a la existencia. Mi invitación es para pensar si necesitamos un cambio, y de ser necesario, tener la fuerza para hacerlo realidad.

@jfcarrillog

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Atenas(06773)11 de marzo de 2021 - 03:21 p. m.
Sí, arriba la resiliencia, capacidad de aguante, q' no haya achante. O el RIP: resistir, insistir y persistir. Son las pruebas de la vida al conglomerado. Interesante asunto. Cómo se ve q' este columnista estuvo en el exterior, tiene una mejor visión global. O contexto.
Periscopio(2346)11 de marzo de 2021 - 03:14 p. m.
Duque promete hacernos olvidar el problemático 2020, pero lo que los colombianos quieren olvidar es los desastrosos cuatro años de su desgobierno, que ojalá termine tan rápido como sus promesas electorales. Pero afortunadamente, aunque no sabemos cuándo termina la pandemia sí sabemos cuando termina el "gobierno" de Duque, es decir de Uribe: 7 de agosto 2022. !ALELUYA!
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