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‘Respice Omnia’

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Juan Manuel Galán Pachón
19 de mayo de 2025 - 05:05 a. m.
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El presidente de la República dirige las relaciones exteriores, pero la política internacional no es de su dominio exclusivo. Hoy debe recuperar la identidad de política de Estado o fracasará en la promoción y defensa del interés nacional. Su institucionalidad la encarna la comisión asesora de relaciones exteriores, de la que fui miembro en el periodo 2006-2010.

Un paso estratégico en la política internacional de Colombia, como entrar a la Iniciativa de la Franja y la Ruta de la seda, dirigida por China, no podía tomarlo el presidente en solitario (ni siquiera contó con la Cancillería). Merecía ser discutido, por lo menos en una sesión de la comisión. Analizar, por ejemplo: ¿Cuál sería la reacción de nuestro aliado estratégico Estados Unidos y las consecuencias para las empresas exportadoras que dependen del mercado estadounidense? El anuncio del departamento de Estado de suspender la aprobación de créditos para infraestructura en el BID es la respuesta a la decisión que tomó el presidente de la República. La pregunta de fondo es: ¿Estamos improvisando con el interés nacional?

Ninguna de esas preguntas las pudo abordar la comisión porque el presidente canceló la sesión, citada con el propósito de evaluar qué tan conveniente era dar ese giro radical en nuestras relaciones exteriores.

Las decisiones políticas no se pueden tomar por capricho o al calor de la coyuntura que esté atravesando un gobierno. El tratamiento de la nómina diplomática revela un desdén, un desprecio por la dignidad de los cargos que representan al país en el exterior, un ultraje para los miembros de la carrera diplomática que significan la continuidad de la política internacional.

Históricamente, Colombia ha definido su política exterior desde dos doctrinas fundamentales. La primera, Respice Polum (mirar hacia el norte), ha caracterizado la orientación del país hacia los Estados Unidos y Europa, privilegiando relaciones diplomáticas y comerciales con las potencias occidentales. Esta postura garantizó estabilidad y apoyo internacional, pero produjo también una dependencia que limita la diversificación de mercados.

Por otro lado, la doctrina Respice Similia (mirar a los semejantes) ha impulsado alianzas con países latinoamericanos con estructuras económicas y problemáticas similares. Esta visión cayó en la trampa de la ideologización y la polarización.

Ante los desafíos actuales, se necesita una doctrina más integral: Respice Omnia, es decir, mirar hacia todas las direcciones. Colombia no puede limitarse a sus socios tradicionales ni a su región inmediata; debe proyectarse de manera estratégica hacia mercados emergentes y economías con potencial de expansión. Por ejemplo, la región Asia-Pacífico.

Desde 1972, cuando el presidente Richard Nixon visitó China y posteriormente Jimmy Carter estableció relaciones diplomáticas, Estados Unidos dio un giro estratégico en su política exterior. Esto permitió una mayor cooperación económica y comercial entre los dos países. Las empresas de Estados Unidos trasladaron su producción a China en las décadas de 1980, 90 y 2000.

Hoy China es la segunda economía mundial. Colombia puede seguir la ruta de Estados Unidos: privilegiar relaciones económicas y comerciales con el coloso asiático sin que necesariamente el país tome la decisión de entrar en la Franja y la Ruta. Se trata de una decisión que debe evaluarse no solo desde su impacto económico inmediato, sino desde su capacidad para fortalecer la autonomía del país y evitar una dependencia excesiva de cualquier potencia, sin renunciar a nuestros principios democráticos ni perder el foco en nuestros intereses nacionales.

Juan Manuel Galán Pachón

Por Juan Manuel Galán Pachón

Político colombiano con estudios de pregrado en Ciencia Política, maestría en Política Internacional, ambos en el Instituto de Estudios Internacionales de Paris; y maestría en Relaciones Internacionales y Seguridad en la Universidad de Georgetown. Senador en tres periodos consecutivos de 2006 a 2018. Actualmente es el director del Nuevo Liberalismo
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Helga66(40077)20 de mayo de 2025 - 01:34 a. m.
Hay que mirar y migrar a donde hay mercado para nuestros productos. Esa es la doctrina de China y de Estados Unidos
martha elba marin miranda(gn4p1)19 de mayo de 2025 - 11:50 p. m.
Ante la gentileza y el tradicional trato equitativo por parte del "norte" ahora llevado a su máxima expresión por donald trump al doctor galán solo se le ocurre que nos mantengamos arrodillados ante el imperio. Obviamente después de años de usufructuar el nombre de su padre no se puede esperar otra respuesta ya que debe retribuir a las clases dominantes los favores recibidos. En ese orden de ideas le sugiero que se ofrezca para liderar la misión colombiana que visite a trump "to kiss his ass"
Guillermo Corredor(62901)19 de mayo de 2025 - 08:37 p. m.
Bostesum eternun!!!
Mario Giraldo(196)19 de mayo de 2025 - 08:05 p. m.
En la primera parte dice que NO y en la segunda dice que SI. Hablar de politica exterior cuando las cortes le prohiben hasta nombrar los embajadores que el gobierno necesita. Los funcionarios de carrera no son otra cosa que unas corbatas politicas apadrinadas por expresidentes mas interesados en darle puesto a las esposas que en los intereses del pais.
Mario OROZCO G.(16018)19 de mayo de 2025 - 07:15 p. m.
Excelentecolumna. El ego que sufre Petro lo pagaremos todos los colombianos especialmente los bananeros y floricultores, cuando el payaso Trump cumpla su promesa de darle prioridad a Ecuador como represalia.
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