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Ni apertura ni proteccionismo extremos

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Juan Manuel Ospina
29 de octubre de 2021 - 05:00 a. m.
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Empiezan a aparecer las inevitables realidades pospandémicas. Una para empezar: la disparada de la demanda por energía, producto de la recuperación de la parálisis del comercio y los intercambios en un mundo económicamente integrado y globalizado, sin afectar la estructura productiva rural y urbana. Y, claramente la sustitución del petróleo y del carbón, las principales fuentes de energía a lo largo del siglo XX, la llamada transición energética, será más demorada de lo que Gustavo Petro irresponsablemente planteaba en días pasados.

Esa realidad, que es coyuntural, estimula la actividad extractivista de recursos naturales sin procesar (commodities) ,imperante en la economía y el desarrollo del país. Ello está conspirando contra la capacidad creativa e innovadora de los colombianos, su espíritu empresarial y la posibilidad de dinamizar una economía, con su potencial, para generar empleos estables y dignos, no de rebusque, diversificando y fortaleciendo la estructura y capacidad productiva nacional. A la par, conspira contra el desarrollo investigativo y tecnológico, como lo están defendiendo a capa y espada los gobiernos del primer mundo.

No se trata de defender un proteccionismo a raja tabla que encierre a la economía sobre sí misma, cual fortaleza medieval. Ni librecambio ni proteccionismo extremos. Se trata de reconocer que, como cualquier organismo viviente – y la economía y la sociedad lo son -, estas se expanden de adentro hacia fuera para interactuar con el mundo exterior. Interacción que las enriquecen y fortifica.

Más que posiciones de un nacionalismo intransigente, tan irreales y dañinas como las del librecambismo radical, ambas ideológicas y equivocadas, se trata de combinar las características de la política proteccionista con una política de industrialización y modernización de su estructura productiva urbana y rural para reducir “el costo país”, que debilita a la economía nacional ante los desafíos de economías más eficientes.

No son los productores individuales los que compiten entre sí en los mercados internacionales. No son las empresas aisladamente, sino las regiones y, más generalmente, las naciones, con su aporte en capacidad de trabajo manual y técnico; de investigación y formación; de los recursos de su naturaleza; de su entorno de infraestructura vial y de intercomunicación; de organización del mercado y suministro de energía y servicios públicos; de institucionalidad, normas y seguridad ciudadana; y de cultura e identidad nacional. Sin ese aporte social, la capacidad de los empresarios de generar nueva riqueza material y cultural, y de hacerlo eficientemente, es ninguna.

La fórmula: la protección arancelaria necesaria por el tiempo requerido e inversión en el desarrollo de la estructura social, institucional y económica de la nación, para consolidar su competitividad sistémica, necesaria para enfrentar la competencia internacional. Política de protección para crear las condiciones que permitan que la política de desarrollo de la economía nacional fortalezca su capacidad competitiva. Es ese aporte de la sociedad a la creación de riqueza por el trabajo actual de empresarios, técnicos y obreros, el que da pie para la tributación progresiva por medio de la cual la sociedad reclama la parte que le corresponde por su aporte a la creación de esa riqueza.

Conoce más

 

Atenas(06773)30 de octubre de 2021 - 12:08 a. m.
Pese a las buenas intenciones el escrito es como sembrar en el desierto en estas infecundas culturas más dadas al asistencialismo q’ pervierte el sentido u objeto de vivir: el continuo esfuerzo. Y ese es el mal q’ comporta el siniestro Petro, el Estado será proveedor de los idiotas útiles. Y así se echa a perder su atinado remate final referido a la creación de riqueza.
WILSON(19257)29 de octubre de 2021 - 06:59 p. m.
"Ni apertura ni proteccionismo extremos", título de esta columna, es cuento neoliberal. Esta bastarda economía tiene que llegar a su fin. Gustavo Petro acabará este nefasto modelo e inaugurará, un modelo capitalista incluyente, próspero, democrático, participativo. El desarrollo equitativo es el que propone este liberal magnífico.
WILSON(19257)29 de octubre de 2021 - 06:49 p. m.
El gobierno económico que propone Gustavo Petro, es el más responsable, honesto, coherente y ejecutable, en estos tiempos, donde quedó demostrado el absoluto fracaso del estrepitoso modelo neoliberal.
WILSON(19257)29 de octubre de 2021 - 06:41 p. m.
Se rescatará la integración con Venezuela y demás países de América latina y el Caribe, en cumplimiento del artículo noveno de la Constitución. La ruina de Venezuela es la ruina de Colombia. El bloqueo y las sanciones impuestos unilateralmente al hermano país bolivariano por Estados Unidos, es bloqueo y sanciones a nosotros mismos. La migración venezolana es la consecuencia.
WILSON(19257)29 de octubre de 2021 - 06:34 p. m.
Se protegerá la industria nacional y el empleo. Los TlC se revisarán y denunciarán. Sólo, se sostendrán, previa y rigurosa verificación, los ventajosos para Colombia. El deficitario TLC con Estados Unidos, de 25 billones de pesos, se denunciará y acabará.
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