En la posesión de Gustavo Petro, su discurso inaugural como presidente desacomodó a más de uno, pues no fue el grito de guerra de una revolución que algunos esperaban y otros temían. Fue un discurso de baja intensidad en su presentación y tono ―estuvo más contundente y asertivo el de Roy Barreras―, como para aterrizar los ánimos de unos y otros. Su contenido, claramente reformista y moderno, de claro corte social demócrata, ofreció cambios que la inmensa mayoría colombiana reclama, como se expresó claramente en las elecciones y no solo entre los electores del nuevo presidente. Cambios posibles y necesarios, muchos de ellos...
Conoce más
Temas recomendados:
Sin comentarios aún. Suscríbete e inicia la conversación
