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Un rompecabezas para armar

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Juan Manuel Ospina
20 de abril de 2023 - 02:00 a. m.
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Entre 1950, cuando se fundó el Instituto Colombiano de Seguros Sociales, y 2023 aumentaron significativamente los viejos jubilables —la esperanza de vida pasó de 55 a 75 años—, mientras que con una demografía en descenso van a disminuir los jóvenes en edad de trabajar. El país y el mundo se están envejeciendo. Urge ajustar las políticas a esas nuevas realidades. En plata blanca, cada joven que trabaja debe cotizar para sostener a un número creciente de jubilados, que son los hijos del baby boom de la posguerra y que, como pensionados, van a vivir más años. Sigamos desenredando la cuestión: esos jóvenes deben enfrentarse a un mercado laboral altamente informal que, entre otras, los excluye de la seguridad social. Para rematar, crece el número de jóvenes que rechazan la maternidad y aun la paternidad; no avanzamos hacia otro baby boom, sino a una sociedad de viejos y sin niños. Por estas razones, pretender que en el frente demográfico y humano nada ha cambiado de manera fundamental es un acto de ceguera irresponsable; son cambios estructurales, no desajustes coyunturales pasajeros que se arreglan solos. Por este camino, si no se deciden rápidamente cambios, la crisis será grande en términos de costos sociales y económicos.

Han cambiado fundamentalmente los datos demográficos y esto es central cuando se trata de políticas que tienen en el corazón, en su razón de ser, a las personas con sus condiciones y posibilidades. Demografía cambiante que debe expresarse en las políticas de empleo, de capacitación para el trabajo en estos tiempos de cambios y de nuevas posibilidades, mirando más allá de lo ya conocido que en mucho está siendo superado por los hechos y las nuevas posibilidades; en estabilidad laboral que no debe confundirse con inmovilidad sino con una flexibilidad que respete derechos y permita construir una experiencia adaptada a las nuevas condiciones del trabajo. No se trata de trabajar como los abuelos, sino de integrarse y aprovechar las posibilidades que ofrecen los nuevos desarrollos tecnológicos y la organización del trabajo que, entre otras, hacen que este sea más suelto y menos reglamentado, asunto que les interesa especialmente a los jóvenes.

Hay acá un punto que quiero destacar sabiendo que no es popular, pero no se puede seguir obviando y en esto el presidente Macron nos da un ejemplo. El sistema pensional tradicional opera a partir de la solidaridad intergeneracional: los jóvenes que trabajan hoy pagan las pensiones que reciben los viejos que ya trabajaron y así sucesivamente, pero cada vez los viejos viven más, mientras que la población juvenil no crece al mismo ritmo; llegará el momento en que la carga que tendrían que asumir los jóvenes será simplemente imposible.

La solución se conoce y se ha ido implementando en distintos países: reconocer que la vida hoy dura más y que por consiguiente puede y debe aumentarse la edad para pensionarse. Es una consideración para analizar con cabeza fría, pues genera emocionalidad, a nadie le interesa en principio que le prolonguen los años de trabajo. El hecho irrefutable es que con las dinámicas demográficas en curso, sin cambios, el déficit que ya conoce el sistema pensional se va a disparar y ahí viene la pregunta del billón: ¿quién lo va a pagar? La respuesta lógica y responsable es que el pago se reparta. El Estado asumiría el saldo que queda por cubrir luego de que cotizantes y pensionados pongan de su parte, aumentando los años de trabajo laboral y los años cubiertos por pensión. Adicionalmente, las pensiones altas deben estar sometidas al pago de impuesto por un ingreso que se beneficia de los apoyos estatales. Colombia no puede seguir pasando de agache frente a este asunto que es mayúsculo en términos económicos y sociales.

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Jorge(vhbji)21 de abril de 2023 - 03:18 a. m.
Se requiere de una estulticia a toda prueba para seguir negando que las condiciones demográficas del mundo en general han cambiado. A la vuelta de unas dos o tres décadas no habrá manera de sostener el número creciente de jubilados. Ya ni familias vemos hoy en día. Hogares con perros y gatos. Esos animales son los que formarán la base de la pirámide pensional? Es urgente modificar los parámetros para acceder a una pensión en el corto plazo. Lo demás es populismo, muy dañino, por cierto.
Yimmy(68264)21 de abril de 2023 - 02:30 a. m.
Interesante y real planteamiento!
Mario(16018)21 de abril de 2023 - 12:49 a. m.
Excelente columna.
Eduardo(7668)20 de abril de 2023 - 11:25 p. m.
Fácil pontificar sobre el tema. Aún más cuando heredó la fortuna de uno de los mayores terratenientes antioqueños...
Luis(55177)20 de abril de 2023 - 01:43 p. m.
Soy jubilado y quisiera seguir trabajando pero ¿Quién emplea a alguien con mi edad? Soy buen trabajador, desempeñé cargo de responsabilidad, dirección y de importancia. No soy carga y entiendo que los ingresos deben ser acordes con los resultados de la gestión. Hay que aterrizar la discusión: "que los jóvenes paguen la jubilación de los mayores" vs. "Que los mayores tengan espacio para generar sus propios ingresos" La sociedad se está perdiendo el aporte de colaboradores experimentados
  • juan(48079)20 de abril de 2023 - 09:31 p. m.
    Soy profesional (73), asesoré funcionario oficial en una ciudad, a la sombra, por contrato, el puesto desempeñado tenía par en la nómina, el Dr. con título y dos especializ., nunca decidió nada, cobraba por los cartones que tenía, casi el doble de lo que me pagaban por contrato, pero claro, era el hijo del político del pueblo, le preguntaban por la Pirámide de Kelsen, decía que quedaba en Egipto, pero vivió de gorra 4 años, y yo trabajando, y eso es discriminatorio con la 3a. edad.
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