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¿Señora Ministra de educación, matricularía a sus hijos en un colegio distrital? ¿Le gustaría que se graduaran de un colegio privado que no tuviera la clasificación superior?
Espero que no le incomode la pregunta, sé bien que usted tiene la capacidad económica para sufragar los gastos que genera un colegio internacional en Bogotá y que sus hijos merecen la mejor educación. ¿Pero y el resto de los colombianos qué? ¿Qué hacer cuando no se tienen los recursos para pagar pensiones de uno, dos o cuatro millones de pesos?
Confieso que me encanta escucharla hablar de la educación básica y media universal; de la inmensa cantidad de cupos educativos que ha logrado abrir en cientos de colegios para permitir que más niños tengan acceso a la educación; sin embargo, ¿le parece que sólo es cuestión de poner pupitres y libros? ¿La educación es una estadística de cupos? ¿Y la calidad dónde queda?
Supongo que la estrategia es incentivar a los profesores. Por eso imagino que usted y sus asesores estarían satisfechos con un salario de 1’200.000 pesos. Con ese dinero estarían en la oficina ocho horas diarias y además se llevarían el trabajo a la casa para adelantar lo del día siguiente. No importa si son excelentes profesionales o cuán pesado resulte su oficio, con ese salario basta para vivir bien y estimular la excelencia en el trabajo.
Ministra, no sé si los recientes resultados de las pruebas PISA le produjeron alguna inquietud. Tal vez su jefe, el Presidente, le llamó la atención. Tal vez tantos comentarios en los medios de comunicación le generaron piquiña. O tal vez los pesimistas somos nosotros que no vemos con buenos ojos el puntaje obtenido por los estudiantes colombianos y para usted todo pinta bien.
Sólo quiero dejarle una reflexión. Si el mundo educativo fuera como el de la salud, su trabajo sería un modelo a seguir: habría camas y habitaciones en hospitales para todos en el país. ¡Qué fortuna! ¡MENTIRA! Porque la atención médica sería regular, no se exigiría calidad a los médicos, sino que hagan cirugías a granel para cumplir con una meta, y los pacientes saldrían mal cosidos y llenos de secuelas negativas.
Ministra, 1+1=2, pero 1+(-1)=0. Aritmética básica.
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@colombiascopio
