El Plan Nacional de Desarrollo 2022-2026 (PND) decanta la propuesta política del Pacto Histórico y propone con realismo cómo avanzar en su ejecución. Deja de lado algunos proyectos (metro subterráneo en Bogotá, tren Barranquilla-Buenaventura, reformas en trámite) que están en discusión y a los cuales no asigna presupuesto específico.
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El PND propone cinco ejes de transformación, que, desde la perspectiva ambiental, están estrechamente relacionados: ordenamiento del territorio, seguridad humana y justicia social, derecho humano a la alimentación, internacionalización y clima, y convergencia regional. Para focalizar la gestión ambiental sobresalen el ordenamiento ambiental en torno al agua y la transformación productiva para la vida y la acción climática. Para el primero el PND dice: “Busca un cambio en la planificación del ordenamiento y del desarrollo del territorio, donde la protección de los determinantes ambientales y de las áreas de especial interés para garantizar el derecho a la alimentación sean objetivos centrales…”. Para el segundo eje dice: “Apunta a la diversificación de las actividades productivas que aprovechen el capital natural y profundicen en el uso de energías limpias, que sean intensivas en conocimiento e innovación, que respeten y garanticen los derechos humanos…”. Ejecutar estos ejes transformacionales no es tarea fácil y es una propuesta revolucionaria en términos de nuestra gestión por el desarrollo.
Una importante novedad es que el PND hace un llamado a gestionar la relación urbano-rural a través de los servicios ecosistémicos y la necesidad de compensar a los habitantes rurales que, mediante definición de opciones de uso en el espacio rural, contribuyan a conservar y recuperar los ecosistemas que proveen servicios ambientales de interés para los centros urbanos. Compensar a los habitantes del campo significa que los habitantes urbanos paguemos por los servicios ecosistémicos que usamos, es hacer transferencias económicas de los habitantes urbanos a los habitantes rurales, condicionadas a que estos los conserven y recuperen. La compensación o pago por servicios ecosistémicos es una herramienta clave para el efectivo ordenamiento ambiental en torno al agua.
En transformación productiva para la vida y acción climática, el documento propone mejorar la eficiencia en el uso de los recursos energía, aire, agua y suelo, transitar de las actividades extractivas al aprovechamiento de nuevos potenciales territoriales y avanzar en la descarbonización y en la resiliencia climática. Señala la adaptación como estrategia central frente al cambio climático.En síntesis, dado el contenido del PND, hay expectativas positivas en términos de gestión ambiental, y como lo afirma Jorge Iván González, director del DNP y responsable principal de escribir el PND, “el país espera que se apunte a grandes proyectos, desde la perspectiva ambiental, para que Colombia sea la potencia mundial de la vida”.
Simultáneamente, y esto cuestiona la posición de algunos activistas petristas, González ha dicho que para alcanzar lo propuesto en el PND Colombia debe seguir exportando petróleo (2023-2026) en igual e incluso superiores cantidades a las actuales.
¿Qué pasará con el PND y su aplicación? Amanecerá y veremos.