Colombia está aportando al calentamiento global: exportamos carbón y petróleo y quemamos nuestros bosques. Lo ocurrido en San Andrés y Providencia es parte del cobro que nos está pasando la naturaleza. Hay muchas otras facturas que no hemos pagado y llegarán. Preparémonos, porque serán aún más abultadas. La naturaleza es como la DIAN: primero multa y luego embarga; siempre pone en orden a los usuarios.
Nada es gratis, pues las agresiones contra la naturaleza generan costos y disminuyen beneficios. Esto me recuerda un cuento que, con cariño, le teníamos a Gratiniano Bueno, líder social en Suesca (Cundinamarca), a quien le decíamos:...
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