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Atalaya

El empedrado hacia el infierno

Julián López de Mesa Samudio
23 de noviembre de 2023 - 02:00 a. m.

Pensar que el mundo va a volver a ser lo que era en 1950, en 1980, en 1990 o incluso en los 2000 es una quimera: estamos frente a un cambio de paradigma en la historia de la humanidad, nos guste o no. Ya no hay marcha atrás.

A pesar de lo anterior, los cambios de mentalidad en una sociedad no son inmediatos, por muy lógicos que dichos cambios les puedan parecer a sus adalides. Lo que es peor, las transformaciones no se pueden ni se deben imponer pues, al implicar cambios estructurales en una sociedad, su adopción y aceptación requiere de tiempo. ¿Cuánto? El que tarda en cambiar una mentalidad prevalente. Las más de las veces, infortunadamente, de más tiempo del que está dispuesta a aceptar la vanguardia del cambio.

André Onana es el arquero del Manchester United de la Liga Premier inglesa. Onana nació en Camerún y es considerado uno de los mejores del mundo en su posición. Alejandro Garnacho juega en el mismo equipo. Nació en España, es hijo de madre argentina y padre español, se identifica como argentino y ya eligió jugar en la selección de futbol de ese país. Con sólo 19 años, Garnacho es hijo del milenio y producto de un mundo globalizado; fue criado y creció siendo parte de las mentalidades y de las identidades fluidas de su tiempo.

Hace un par de semanas, en el partido que enfrentaba a Manchester United con Copenhagen FC, vital para las aspiraciones continentales del United, Onana atajó una pena máxima en los instantes finales del juego. Garnacho y sus compañeros se abalanzaron jubilosos sobre Onana y unos minutos más tarde, aún exultante, el joven hispanoargentino subió a su cuenta de Instagram una foto del épico momento acompañada de dos pequeños emoticones de un gorila.

El escándalo no se hizo esperar. Instantáneamente hizo erupción la indignación de miles de personas y, anticipando una mácula para su imagen corporativa y su marca, la Liga Premier anunció una investigación por un posible acto de racismo de parte de Garnacho. En unas horas el chico había borrado la publicación, pero el daño estaba hecho: los medios recogieron la noticia y se trajeron a colación precedentes similares en los cuales los perpetradores habían sido sancionados.

Sin embargo, esta vez algo extraño ocurrió. El propio André Onana, el arquero celebrado en la foto de Garnacho y a quien hacía alusión la publicación, habló:

“La gente no puede elegir qué es lo que debería ofenderme. Sé exactamente lo que quiso decir [Garnacho]: poder y fuerza. Este asunto no debería ir más lejos”.

La semana pasada la Premier anunció que había concluido la investigación sin mayores consecuencias para Garnacho. Es posible que se hayan dado cuenta de que quizás al joven jugador no se le pasaba por la cabeza ser racista por la sencilla razón de que había sido educado entendiendo que un gorila o la imagen de un gorila normalmente representa a un primate o simbólicamente a aquello mismo que Onana sí entendió: poder y fuerza. No otra cosa.

Quizás décadas de educación y debate, de avances y retrocesos en la lucha por cambios justos en las actitudes sociales, de aceptación gradual y, finalmente, de la apropiación sincera de dichos cambios han logrado que las nuevas generaciones en este milenio tengan otra mentalidad. Mantener en ellos nuestros propios prejuicios, nuestra simbología pervertida, no sólo es injusto, sino que les impone estereotipos, en este caso racistas, a quienes ya afortunadamente no lo son pues no han sido educados en un contexto racista.

Hizo bien la Liga Premier reconociendo no solo que la inocencia de Garnacho representa un cambio de actitud deseable, sino también tácitamente aceptando que es la persona ofendida quien conoce la medida de la ofensa y que quizás no les corresponde a otros, por muy bien intencionados que sean, asumir vocerías de causas ajenas, pues no solo pueden desdibujar la misma causa sino incluso, como en este caso, pervertirla. Por ello ya decía san Bernardo de Claraval por allá el siglo XII: el camino al infierno está empedrado de buenas de intenciones.

@Los_Atalayas

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jorge(86724)26 de noviembre de 2023 - 02:29 p. m.
Que buena que buena columna
Sebastián(10600)24 de noviembre de 2023 - 12:06 p. m.
Qué bonita columna para comenzar el día, muchas gracias.
ERWIN(18151)24 de noviembre de 2023 - 11:38 a. m.
Exc elente columna ..asi mismo ..no fue criado con esas prejuicios..excelente .Cambio de mentalidad ..aqui en el platanal ..mentalidades obsoletas ..no entienden que la pobreza no es negocio ..cambiar esa mentalidad es tarea titanica ..piensan es en ellos ..tienen todo y quieren mas ..te quitan lo tuyo ..se lo roban ..la esperanza .
Alberto(3788)24 de noviembre de 2023 - 12:00 a. m.
Magnífica. Acertada.
Fernando(70558)23 de noviembre de 2023 - 04:42 p. m.
Es maravilloso el enfoque que le da a su explicación del suceso. Mutatis mutandi, se puede decir lo mismo respecto a los cambios de mentalidad tan necesarios en los procesos de cambio social, político y cultural de una sociedad. Hoy la derecha, de manera socarrona señala a Petro porque aún no hace los cambios prometidos en campaña, para ocultar q primero debemos cambiar la concepción que tenemos del mundo y la sociedad.
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