Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Regalar emociones, “sensorializar” el acto de comprar, ir más allá del simple desembolso de dinero y convertirlo en intercambio… eso fue lo que acertadamente creó Punto Blanco en su nuevo espacio en Medellín. Una decisión importante ya que por fin la marca construyó un escenario en donde manifiesta su voz con claridad e independencia y se comunica con sus clientes en forma adecuada.
Se habla mucho del diseño de experiencias y de convertir la compra en una. Pocas marcas lo logran; hay aquí un trabajo en equipo que busca enriquecer ese momento y que además construye sinergias con un fin común: “afectar” los cinco sentidos.
La primer sorpresa es que el usuario accede a la tienda en medio de hermosos bonsáis y orquídeas que acompañan la disposición visual del producto, las plantas sirven de complemento al colorido neutro del espacio, remiten a un mundo zen y obviamente están en venta. El producto textil de la marca se encuentra dispuesto y clasificado de manera armónica y ordenada, y unos pequeños monitores acompañan al visitante y se encargan de mostrarle una síntesis visual de la comunicación realizada por la compañía en los últimos años. El espacio central es ocupado por elementos cotidianos hipercoloridos y con humor. Los amables funcionarios de la tienda, ataviados con uniformes inspirados en trajes orientales, se encargan de invitar al usuario a un masaje en un área dispuesta para ello, allí se dictarán además clases de yoga. Este espacio ocupa casi un tercio de la tienda y obviamente representa un área que al ser “sacrificada” comercialmente, debió causar asombro a la estructura comercial de la marca.
Además de los beneficios de relajación para el cuerpo, existe un espacio con libros para niños y bellísimas guías de viajeros para adultos acerca de los más maravillosos destinos, que son una verdadera novedad en el país. Finalmente, al acercarse al punto de pago, el usuario será sorprendido por unos delicados chocolates elaborados manualmente y con muy poco contenido de grasa, lo cual nos recuerda que el cacao en su estado puro es salud.
Ante tantas sorpresas y “generosidad” por parte de una marca me surgió una duda que fue resuelta por uno de sus ejecutivos… y las ventas? Excelentes.
