Después de La Tercera Orilla

Sigue a El Espectador en Discover: los temas que te gustan, directo y al instante.
Julio César Londoño
09 de septiembre de 2023 - 02:00 a. m.
Resume e infórmame rápido

Escucha este artículo

Audio generado con IA de Google

0:00

/

0:00

El jueves cerramos el primer foro sobre educación La Tercera Orilla. No haré aquí un balance porque los que vivimos “en rojo” odiamos los balances, porque fui su director académico y los informes de gestión son insufribles, y porque hay cosas que no se pueden explicar en una columna ni en mil; por ejemplo, “La filosofía, entre la ciencia y el arte”, la conferencia de Darío Sztajnszrajber que fue puntuada por los suspiros y la risa de un público que lo ovacionó como a un rockstar; o el concierto de Hendrix B, donde entendí al fin la frase de Walter Pater: todas las artes propenden a la condición de la música, que funde en un todo forma y fondo.

El peor momento fue el día que Margarita Rosa me llamó para cancelar su participación. Casi la mato. Yo no podía entender por qué maldita razón una mujer tan inteligente prefería largarse al pinche Festival de Cine de Venecia en lugar de venir a mi foro. Eres una perra miserable, le dije y ella me dio esas “explicaciones” que nunca aceptamos los hombres traicionados. Bueno, no le dije “perra” exactamente, lloré como solo un cabrón sabe llorar: si no venís, el foro se cae. Y no vino, pero mandó un pódcast maravilloso que define la paz política como una “gimnasia institucional”; la paz síquica como un equilibrio del yo, “ese sol de occidente”; la justicia social y la paz del espíritu como pasos previos de la paz colectiva, y cierra explicando que Aristóteles es el responsable del pensamiento polarizado porque nos formateó el cerebro con ese engendro lógico de calificar todas las proposiciones como negras o blancas, falsas o verdaderas, ignorando la rica gama de los grises.

El foro estaba dirigido al gran público porque ya los académicos tienen lo suyo.

Los sociólogos afirman que el mundo opera por dos movimientos contrarios: una corriente que asciende desde el pueblo y otra que viene desde arriba, desde el poder. La ascendente son las obras del pueblo: las casas, los puentes, el taller, las comidas, las canciones, los cuentos, las lenguas. La descendente son las directrices impartidas por los líderes, la banca y las multinacionales, que pueden borrar de un tajo 100 millones de puestos de trabajo o sacar de la pobreza a 800 millones de personas. El movimiento ascendente es obra de nosotros, los mortales, y puede ser positivo; el descendente lo ejecutan los “letales” y resulta con frecuencia mezquino. Estoy simplificando las cosas, claro. Los poderosos no tienen el monopolio del error y de la mezquindad. “El pueblo” también sabe hacer bobadas y a veces apoya a los “letales” en sus peores empresas.

Lo cierto es que el foro estaba dirigido al pueblo por su potencia y porque el poder consulta la opinión del pueblo. El líder es un señor que consulta las encuestas. En su mejor versión, es un interprete del pueblo. Si el pueblo le pide seguridad, compra aviones para defender a su pueblo… o le avienta el Esmad, casos se han visto.

Hay una brecha entre el académico y el pueblo. En la mitad estamos los divulgadores. Somos los mensajeros que le llevan al pueblo las cartas de los científicos. Los sabios no necesitan intérpretes: saben decir cosas profundas en lengua sencilla, como Pepe Mujica, Miguel Hernández o Darío Sztajnszrajber.

Dicen que Dios hizo al gato para que el hombre pudiera acariciar al tigre. El divulgador es un dios a escala: trabajamos para que la gente entienda los hallazgos de los científicos. Es como una tercera orilla, un punto de encuentro del hombre de ciencia y la persona de la calle

Seguiremos trabajando para que podamos acariciar al tigre y entender al genio, así el gato siga mirándonos con su altivo desdén y “genio” no sea un sustantivo muy preciso, apenas interjección de asombro.

Conoce más

Temas recomendados:

 

Edgar(40706)10 de septiembre de 2023 - 01:38 a. m.
Lo comparto totalmente
Mar(60274)09 de septiembre de 2023 - 10:08 p. m.
Acabo de leer que: "La actriz colombiana Margarita Rosa de Francisco protagonizó el filme 'El paraíso'. Por su papel acaba de ganar el premio Horizonte en el Festival de cine de Venecia, como la mejor actriz." Ahí tiene una buena razón para faltar a su invitación al Foro.
Felipe(c4w2p)09 de septiembre de 2023 - 07:53 p. m.
margarita rosa se gano el premio a mejor actriz en Venecia. Perdon pero ... el "filosofo Dari0" apenas para los jovenes , me parecia un Zelenski.
Julio(83619)09 de septiembre de 2023 - 05:25 p. m.
Obras son amores. Lástima que a su foro no fue la Margarita rosa de los vientos. Pero en cambio estuvo el alemán Szubanesztrugenbagen.
Pedro(86870)09 de septiembre de 2023 - 05:10 p. m.
Buena columna. Debe ser muy frustrante la ausencia de Margarita Rosa, una mujer inteligente y oportuna pero siquiera mandó el pódcast
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.