Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.

Nuestra historia según Ricardo Sánchez

Julio César Londoño

27 de septiembre de 2025 - 12:05 a. m.

Como nadie ignora, hasta hace poco estudiamos historia de Colombia en libros tan pirobos como el de Henao y Arrubla, almas pías que nos explicaban cómo los españoles trajeron la civilización y la palabra de Dios a los salvajes que habitaban estas tierras, versión que aún compran algunos. Al lado de esta tierna historiografía, muchos pasajes de libros españoles escritos 400 años antes, como Elegías de varones ilustres de indias de Juan de Castellanos o Crónicas de la conquista de México de Hernán Díaz, ¡parecen modernos y americanistas!

PUBLICIDAD

Gánale la carrera a la desinformación NO TE QUEDES CON LAS GANAS DE LEER ESTE ARTÍCULO

¿Ya tienes una cuenta? Inicia sesión para continuar

La Iglesia impuso per sécula seculórum el libro de Henao y Arrubla en el pénsum de historia patria a pesar de que ya en el siglo XIX la fábula del español civilizado y el indígena salvaje había sido refutada por José Manuel Restrepo, José María Samper y Manuel Ancízar.

Por fortuna, hoy contamos con una biblioteca de buenos títulos sobre la materia.

El último es Hacia la independencia. Derechos, multitudes y revolución, un agudo comentario de Ricardo Sánchez sobre el periodo que va de la Colonia a la República, un libro que viene a perturbar la siesta conservadora. Abiertamente subversivo, ofrece claves sobre ese periodo (finales del XVIII y principios del XIX), relata los sucesos con un espléndido pulso narrativo y los analiza con los mejores recursos del ensayo de divulgación.

Aquí están, revelados por primera vez, las estructuras, los imperios y los legados de las comunidades originarias de los pueblos indígenas, la matriz primigenia que fundaba nuestra personalidad y que fue amputada brutalmente en el primer holocausto global de la humanidad: la Conquista de América.

Sánchez traza el contexto histórico con pinceladas rápidas que van de Haití a Cádiz, de las revoluciones burguesas a las guerras bonapartistas y a nuestra Independencia, de la preservación de la monarquía a la fundación de la república, y pone el foco en la vitalidad intelectual americana mientras Europa insistía en sus anacrónicos blasones y coronas, en la ruindad de su codicia colonial.

Read more!

Se reseñan con elocuente precisión los poéticos movimientos de los cimarrones y los palenques en la saga de la africanía, la resistencia indígena, el mestizaje del barroco hispanoamericano, el castellano de los indoafroamericanos y las guerras de independencia de Bolívar y San Martín. La presencia del derecho y las constituciones como dialéctica de nuestras luchas, que se combinan con la influencia francesa, la anglo y la norteamericana. Estamos ante una revisión de la Independencia y la República que yo no había visto antes.

Se estudian también los cabildos abiertos y las juntas revolucionarias como metodologías democráticas, respaldadas por un vigoroso componente popular, como ocurrió en Santafé, Cartagena y el Socorro. En esta última se escribió la primera constitución de Colombia y de Hispanoamérica el 15 de agosto de 1810. Estos procesos revolucionarios contrastan con el Acta de Santiago de Cali, del 3 de julio de 1810, ¡una declaración promonárquica en defensa del rey Fernando VII!

Esta es una de las muchas primicias del libro que nos sorprenden con las revelaciones del arribismo españolizante de los criollos, esa vena trepadora que nace en el XIX y se mantiene intacta en el espíritu cachaco de los «hidalgos» de hoy, esos gentilhombres que no pueden disimular el asco que les producen los negros y los indígenas, e incluso los mestizos que no son gente «de apellidos».

Read more!

Hacia la independencia enriquece la biblioteca contemporánea de la historia de Colombia, iniciada por Germán Arciniegas, que combinó la historia política con la historia privada; que fue sociológica y activista con Eduardo Umaña y Orlando Fals Borda; que apela a las libertades de la ficción con García Márquez, William Ospina y Juan Gabriel Velásquez; que vuelve a la tradición del rigor con Jorge Orlando Melo, Álvaro Tirado y Jaime Jaramillo; o una versión audaz de la historia que se pasa por el fundamento la objetividad y expresa su opinión personal, como en Historia de Colombia y sus oligarquías de Antonio Caballero.

No ad for you
Conoce más
Ver todas las noticias
Read more!
Read more!
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.