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Lo que los une

Lariza Pizano
24 de marzo de 2024 - 01:24 a. m.

A periodistas, analistas y actores de la política nacional, petristas y antipetristas, gobiernistas y oposición, los une la misma conversación: desde hace diez días argumentan, respaldan y controvierten sobre una constituyente petrista que jamás va a pasar.

Es como si nunca hubieran leído un manual de historia reciente. Porque desde 1991 se han propuesto 729 cambios constitucionales, de los cuales solo se han aprobado sesenta, que han costado sangre, disciplina y un enorme capital político. Es el caso de la reelección, pagada con toneladas de “mermelada” para su aprobación en 2005, que dejó a dos ministros y una congresista presos. Eso, a pesar de que el presidente de entonces tenía 70 % de popularidad.

Además de las lecciones de la historia, la realidad también está llena de razones por las que responderle a Petro es amplificarlo inútilmente. Si no tiene mayorías para pasar las reformas sociales, menos las tendrá para tramitar un acto legislativo que termine en una votación popular.

Algunos dirán que llegar a la constituyente de 1990 fue posible sin tantos formalismos. Pero si bien la convocatoria a esa asamblea se legitimó en la voluntad popular tramitada en una papeleta, el contexto era muy diferente. Entonces había un consenso: el cansancio con el bipartidismo, la presión narco, la necesidad de ampliar los derechos. Eran causas reivindicadas por una sociedad liderada por un movimiento estudiantil masivo, pacífico, no polarizante y no solo por un antojo presidencial.

Ahora no hay consensos, fuerza política, ni sensación de que el régimen no da más. A diferencia de la de 1886, la del 91 aún es una Constitución legítima y es el marco para que el Estado responda a las causas que argumenta Petro: la prestación digna de servicios de salud, la lucha contra el cambio climático o la justicia social. Hoy los mínimos se logran con una tutela y la gente sabe que no son las normas lo que falla, sino la corrupción y la incapacidad de gobernar.

Aún así, en medio del disenso, a petristas y opositores los unen las ganas de conversar sobre una propuesta absurda que ni siquiera será tramitada. No es claro qué ganan los críticos amplificando al presidente. ¿Impulsar la idea de que Petro es un dictador? ¿Insistir en la zozobra para pescar votos en ella?

Si es así, se equivocan electoralmente: cuanto más sentido de caos promuevan los políticos, mayor serán la desesperanza y el rechazo a quienes, en vez de proponer, pelean, confunden y hablan de intangibles. Además de las lágrimas que derraman cuando oyen a sus caudillos, a petristas y antipetristas los une la captura de un globo en tormo a la lejana discusión del cambio institucional.

Mientras eso sucede, al resto nos une la desgracia de poderosos que no gobiernan, jefaturas de extremos que promueven referendos (2005) y constituyentes (2024) sin mirarse los ombligos. O con ombligos tan turbios que prefieren taparlos. Y para hacerlo, nada más efectivo que la amplificación de sus propuestas incendiarias y populistas, que siempre les han hecho los demás.

Lariza Pizano

Por Lariza Pizano

Politóloga de la Universidad de los Andes, académica y especialista en política colombiana.

 

Julian(2048)27 de marzo de 2024 - 12:23 a. m.
Una invitación más para que el uribismo y el vargas llerismo sigan su camino de destrucción. No es la constituyente la que nos va a salvar culpando de populista al que quiere cambiar el rumbo del país de quienes infamemente nos han gobernado. Vox populi, vox dei, la voz del pueblo, es la voz de dios.
CARLOS(00260)24 de marzo de 2024 - 11:09 p. m.
El asunto es q no han entendido: Petro ya empezó la constituyente!!! Ningún otro presidente había llegado a los territorios como lo ha hecho nuestro Excmo sr presidente G. Petro; he ahí la constituyente el pueblo con Petro llevándoles agua potable, energía barata, reforma agraria, universidad, colegios, brigadas de salud, proyectos productivos, turismo, aeropuertos, industria, medio ambiente, carreteras, vivienda, insumos baratos, energías limpias, canal interoceanico, exportaciones nuevas, etc
orlando(94712)24 de marzo de 2024 - 07:09 p. m.
Por fin hoy, arrancando por el editorial, los columnistas han caído en cuenta de la inconveniencia de la Constituyente que no de la ilegalidad. Algunos la han satanizado por el simple hecho de que se ocurrió a Petro proponerla. Se asustaron y comieron el cuento. De una miramos a Venezuela y el castrochavismo. Que poco visionarios y conocedores de las ideas políticas somos. Claro que lo que requiere esde un Acuerdo Nacional que no es incompatible con ls cabildos populares. Eso es legítimo.
Ruben(8600)24 de marzo de 2024 - 05:53 p. m.
Cuando Agamenón Petro era alcalde de Bogotá iba a terminar su mala administración con pena y sin gloria hasta que el gran inquisidor de la epoca, el procurador Alejandro Ordoñez se le ocurrió destituirlo por el mierdero de las basuras. Eso fue lo que convirtió al incompetente alcalde en martir y renació. Lo mismo quiere hacer como presidente y no le va a funcionar. Estoy de acuerdo con la columnista que no hay que hacer eco de sus disparates y tampoco va a ocurrir el Armagedón.
Puessi(10024)24 de marzo de 2024 - 04:41 p. m.
Por qué no pueden ver la verdad de la sin razón de la propuesta? Petro perdió la investidura por mil razones, una de ellas haber superado por muchos ceros los topes de campaña. Su tal entelequia de constituyente es para buscar un autogolpe para permanecer en el cargo.
  • jennifer(77169)24 de marzo de 2024 - 11:53 p. m.
    Mari Que tal, si Puessi nos muestra las pruebas de los muchos ceros que superaron los topes de campaña, entonces le creemos.
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