Los días recientes han sido de resurrección para el Acuerdo de Paz. Después de la reunión con Rodrigo Londoño en la Casa de Nariño, en la que el líder de Comunes expresó su preocupación con la matanza de los firmantes de 2016 y se hizo evidente la poca capacidad de la oficina de paz de Palacio para avanzar en la implementación, el presidente Petro aceptó con altura corregir el rumbo.
En un gesto empático con quienes lo eligieron por apoyar la paz, y siendo coherente con su historia de defensa de los acuerdos y de la apertura democrática, hizo una visita con Londoño a Mesetas. Allí les habló, cara a cara, a las 200 familias que...

Por Lariza Pizano
Politóloga de la Universidad de los Andes, académica y especialista en política colombiana.
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