El 30 de mayo del año corriente fue creado el Programa de Admisión Especial para el Tránsito Inmediato a la Universidad Nacional de Colombia (PTIUN), que está orientado a establecer vínculos institucionales con la educación media, acompañar a las y los estudiantes de los grados décimo y once, asegurar su acceso a la educación superior y su permanencia. El programa busca fortalecer las capacidades en lectoescritura y matemáticas, aportar a la orientación vocacional y brindar herramientas académicas que permitan ampliar los proyectos educativos y vitales de las y los estudiantes. Con tal propósito se potenciará el proceso de enseñanza-aprendizaje en los colegios y se enriquecerá la práctica pedagógica en la UNAL.
Se ha vuelto un lugar común afirmar que la caída de las matrículas en la educación superior es consecuencia de los cambios demográficos. No obstante, en Colombia, el número de jóvenes con una edad entre 17 y 21 años (que corresponde a quienes deberían ingresar a la educación superior), cambiará muy poco hasta 2036 (manteniéndose en cerca de 4 millones) y descenderá progresivamente a 3,3 millones de personas en 2067; es decir, 700 mil personas menos en cuarenta años. Si se tiene en cuenta que hoy dejan de acceder a la educación superior más de dos millones de jóvenes, el “argumento demográfico” pierde solidez.
Ante este panorama, deberíamos preguntarnos si la debilidad en la matrícula no es más bien el reflejo de la exclusión que impide la llegada de las y los jóvenes a la educación superior. Cada año continúan graduándose alrededor de quinientos mil bachilleres, mientras la tasa de cobertura neta en educación media se ubica en un 50 % y la tasa de cobertura en educación superior en Colombia es de tan solo el 55 %. Tal cifra no debe ocultar que, en los municipios más afectados por el conflicto armado, denominados PDET, esta tasa de cobertura solo alcanza el 22 %.
Desde este punto de vista, las bajas matrículas pueden ser explicadas por la exclusión persistente, la cual debe ser superada por medio de iniciativas que faciliten el acceso y respondan a las desigualdades territoriales. Con el PTIUN se pretende establecer un mecanismo de admisión para quienes se gradúan en los municipios más pobres del país y cuentan con las menores tasas de tránsito a la educación superior. El programa facilitará el ingreso de jóvenes provenientes de municipios con los que se tiene una deuda histórica en cuanto a la garantía del derecho a la educación y pondrá a disposición de las y los bachilleres que hagan parte del proceso la totalidad de la oferta académica de la UNAL en ciencias sociales y humanas, ciencias naturales, ciencias de la salud, ingenierías y artes.
También podrán ingresar a los programas de pregrado que próximamente tendrán las sedes Caribe, Tumaco, Amazonía y Orinoquía. Además, las y los estudiantes tendrán acceso a programas de bienestar y acompañamiento académico que garanticen la calidad, la permanencia y la culminación de sus estudios.
El PTIUN es complementario de los programas de admisión especial que ya existen en la Universidad para estudiantes afrodescendientes, indígenas, víctimas del conflicto armado y mejores bachilleres del país. Abre un camino para que la UNAL construya proyectos académicos que articulen, con un enfoque territorial, las funciones misionales de docencia, investigación y extensión. Asimismo, constituye otro de los aportes que puede hacer la comunidad universitaria a los objetivos de justicia socioambiental, convergencia regional y fortalecimiento de capacidades institucionales del nuevo Sistema General de Participaciones. De esta manera, la Universidad Nacional de Colombia contribuye a la reparación y transformación de los territorios.