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Bumerán israelí 


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Leopoldo Villar Borda
29 de mayo de 2024 - 05:05 a. m.
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¿El genocidio de palestinos que el mundo está presenciando desde hace más de siete meses obedece a alguna ley de la historia? ¿Es la trágica y ciega retribución por la que muchas veces los justos han pagado por los pecadores? ¿O se trata de la errada aplicación de la ley del talión, el principio por el cual en la Antigüedad se castigaba al autor de un delito con una pena equivalente al crimen cometido?

La última pregunta es fácil de responder, pues la ley atribuida al rey babilonio Hammurabi reducía la retribución o el castigo por un acto injusto o dañino a cuantías proporcionales al daño causado. Para descartar que se esté aplicando en este caso, basta comparar el número de víctimas del ataque de Hamás a Israel con el que ha dejado hasta ahora la ofensiva del ejército israelí contra el pueblo palestino.

Las respuestas a las dos primeras preguntas pueden dar lugar a interminables polémicas, pero bien vale la pena tratar de formularlas. Lo primero que debemos distinguir es si en el caso de un conflicto como el que enfrenta a Israel con el pueblo palestino es aceptable que la parte afectada en un episodio dado aplique una forma de justicia retributiva o si es preferible que opte por la justicia restaurativa. Esto, en el caso de que exista la posibilidad de discutir el tema con las partes involucradas.

La justicia retributiva se basa en el cumplimiento de las leyes establecidas, que en el caso que comentamos son las del derecho internacional. En cambio, la justicia restaurativa busca restablecer el equilibrio entre las personas o comunidades en conflicto y facilitar las relaciones entre ellas. La primera es de carácter punitivo y la segunda, de naturaleza conciliadora.

No es fácil catalogar de manera rotunda el conflicto entre Israel y el pueblo palestino, como si se tratara de algo semejante al conflicto interno en Colombia, por ejemplo. Si así fuera, no cabría duda de que lo adecuado para resolver en forma satisfactoria ese conflicto sería aplicar, si esto fuera posible, algún tipo de justicia restaurativa. En cierto modo, los intentos de negociación en busca del cese al fuego y la liberación de los rehenes en manos de Hamás involucran la aplicación de medidas restaurativas.

El objetivo principal de la justicia restaurativa es reconstruir las relaciones entre víctima y victimario. Como ninguna de las partes en este caso se considera victimaria, la sola definición de las mismas presenta, de entrada, un obstáculo que puede resultar insuperable. Además, la negativa de Israel a aceptar los mandatos de la ONU y la naturaleza de los principios en juego —comenzando por el de la soberanía— hacen impracticable cualquier tentativa de buscar un acuerdo entre las partes. Todo esto conduce a la conclusión de que el Medio Oriente seguirá siendo el escenario de un conflicto sin fin y sin remedio posible.

La historia milenaria del pueblo judío está llena de episodios dolorosos, etapas de esclavitud, persecuciones, expulsiones y éxodos para escapar de la opresión, el suplicio y la muerte. Esta es la cara visible de una leyenda que comienza en los tiempos bíblicos y se prolonga hasta la edad contemporánea.

Esa leyenda tiene una cara oculta que el mundo está contemplando hoy, entre estupefacto e indiferente. En el mismo estrecho ámbito geográfico que sirvió de escenario a los principales acontecimientos que conformaron la historia de aquel pueblo se está viviendo ahora un nuevo episodio de esa tragedia. Así como en épocas remotas los babilonios y los egipcios martirizaron al pueblo hebreo y en tiempos más cercanos los nazis buscaron borrarlo de la faz de la Tierra, hoy los israelíes están sometiendo a los palestinos a un tratamiento semejante al que sufrieron muchas veces a manos de sus opresores. La diferencia es que la desproporcionada revancha se convirtió en un bumerán: despertó reacciones contra Israel en todo el mundo, puso en riesgo su alianza con Estados Unidos, dividió al Gobierno de Netanyahu y seguramente fortalecerá a Hamás.

Leopoldo Villar Borda

Por Leopoldo Villar Borda

Periodista y corresponsal en Europa
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Natalia(dtuqq)30 de mayo de 2024 - 09:43 p. m.
¿Pero en qué plante vive el columnista? ¿En qué está pensando al plantearse preguntas tan cándidas? Israel se ríe en la cara del mundo y hace un rollo con el derecho internacional.
Guillermo(10826)30 de mayo de 2024 - 07:59 p. m.
Hamas grupo financiado por el estado de Israel para dañar a la Autoridad Palestina, hizo lo de Bean Laden, atacar a quien lo formó para el terror.
Marco(88477)30 de mayo de 2024 - 02:51 a. m.
La paz solo comenzará con la existencia del Estado de Palestina con soberanía plena sobre territorio proporcional y continuo. Y para Israel igual.
Carlos(76574)30 de mayo de 2024 - 02:31 a. m.
El columnista equivocadamente explica el genocidio de los palestinos por parte del gobierno sionista de Israel en la motivación por aplicar un tipo de justicia; tácitamente se infiere que por haber sido víctima de agresiones injustificadas. Las causas son otras: las ambiciones colonizadoras de Israel los lleva a masacrar a los palestinos para mermar su población, expulsar a los sobrevivientes del territorio que quieren poseer infringiendo dolor, temor, desesperanza y produciendo hambrunas.
Eduardo(7668)30 de mayo de 2024 - 12:28 a. m.
Felicitaciones. Continúa con su misión de revivir los odios de Luis López de Mesa y Laureano Gómez. ¿Cómo le gustaría su solución final?
  • Eduardo(7668)31 de mayo de 2024 - 01:52 a. m.
    ¿Posición fundamentalista? Entiendo que en Colombia cada asesinato se justifica con "por algo será" y que el racismo colombiano tiene profundas raíces y se manifestó abiertamente en Laureano Gómez y en López de Mesa quien como canciller hizo hasta lo imposible para evitar la entrada de los perseguidos en Europa. Supongo que el asesinato del nieto de mi prima el 7 de octubre lo hará feliz; total era un judío... y futuro banquero.
  • luis(26884)30 de mayo de 2024 - 05:49 a. m.
    Porqué se cae tan fácilmente en la posición fundamentalista y reduccionista de calificar cualquier crítica a Israel por su respuesta desmedida, como antisemitismo? O es que usted le gusta solución final pero aplicada al pueblo palestino? Ya que si trata de acabar con Hamas, pues que Israel acabe con todo lo que huela a palestino, porque ahí esta Hamas mimetizado. El fin justifica los medios.
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