Primero fue la Violencia, con mayúscula, que los expulsó de sus tierras y los arrojó a las ciudades. Después fueron los grupos armados que sembraron el terror en los campos y cambiaron el mapa del territorio. Posiblemente, ningún otro país ha experimentado un cambio tan profundo en la distribución de la población ni un crecimiento tan exagerado de las ciudades, especialmente visible en Bogotá. Basta recordar que, hace medio siglo, dos tercios de los colombianos eran campesinos y ahora se concentran en las ciudades tres cuartas partes de la población. En menos de medio siglo, Bogotá pasó de tener un millón de habitantes a alcanzar...

Por Leopoldo Villar Borda
Periodista y corresponsal en Europa
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