La turbulencia que agitó a los políticos y a los electores por la contabilidad de los votos en las elecciones legislativas del 13 de marzo trajo a la memoria el fantasma del fraude que siempre ha flotado sobre los procesos electorales en Colombia.
Cualquier ciudadano mayor de 60 años de este país debe recordar el día de 1970 en el que Misael Pastrana Borrero, el candidato del Frente Nacional, tenía perdida la elección presidencial cuando nos fuimos a dormir y al día siguiente amaneció como ganador. Nunca se levantó del todo el manto de duda que cubrió aquella jornada electoral, en la que el ministro de Gobierno, Carlos Augusto...

Por Leopoldo Villar Borda
Periodista y corresponsal en Europa
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