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El patio trasero de Putin

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Leopoldo Villar Borda
31 de enero de 2022 - 05:30 a. m.
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La crisis de Ucrania ha puesto en evidencia la práctica de las potencias de controlar sus zonas de influencia, por la cual ellas se arrogaron el derecho de intervenir en sus países vecinos. Es lo que ha ocurrido siempre. En algunos casos los dos bandos se movilizan y las tropas son desplegadas, como ocurre ahora en ambos lados de la frontera ucraniana, pero lo más probable es que las cosas no pasen a mayores. Así ocurrió varias veces durante la Guerra Fría.

La práctica es tan vieja como el colonialismo y se deriva de él. En América Latina, considerada por Estados Unidos como su patio trasero, la potencia norteamericana intervino cuantas veces quiso para mantener su predominio. México, Cuba, Puerto Rico, Nicaragua, Haití, Guatemala, República Dominicana, Granada y Panamá son los ejemplos más notorios de la forma abierta en la que Washington impuso su ley con las botas de sus marines en esta parte del mundo. De forma similar lo hizo la Unión Soviética en Europa Oriental, Corea del Norte, Cuba, Vietnam y la República Popular China hasta la ruptura entre las dos potencias comunistas, cuando China también empezó a ejercer su predominio en Asia y el Pacífico. Allí ha querido imperar también el Japón y desde la Segunda Guerra Mundial Estados Unidos ha rivalizado con todos los países poderosos que pretenden dominar el área.

Ahora Rusia y las potencias occidentales se enfrentan por un territorio que fue parte de la Unión Soviética y que la Rusia de Vladimir Putin considera como suyo por esa y otras razones, como la identidad cultural. El gobierno de Moscú se siente amenazado por la extensión a sus fronteras de la OTAN, que nació como una alianza militar occidental para enfrentar al poder soviético, pero que teóricamente dejó de ser su enemiga a partir del acuerdo firmado en 1997.

La desconfianza mutua, sin embargo, no desapareció con ese acuerdo, como lo prueba la negativa rusa a aceptar los acercamientos de la Unión Europea y la OTAN (dominada por Estados Unidos) a las exrepúblicas soviéticas, especialmente a las que tienen fronteras con Rusia. Las sanciones impuestas al gobierno de Moscú por la anexión rusa de Crimea no tuvieron el resultado que buscaban las potencias occidentales. Por el contrario, contribuyeron a endurecer la posición rusa. Las que se contemplan ahora para el caso de que Putin cumpla su amenaza de invadir a Ucrania podrían tener el efecto de un bumerán. El alto representante para Asuntos Exteriores de la UE, Josep Borrell, dijo hace poco que se está preparando un juego completo de sanciones que incluirían dejar de comprarle gas y petróleo a Rusia, boicotear su sector tecnológico al negarle el suministro de procesadores y microchips, y excluirla del sistema internacional de transferencias bancarias. Lo que Borrell no dijo es que con cualquiera de esas sanciones la UE “se pegaría un tiro en el pie”, como lo expresaron los autores de un extenso reportaje sobre el tema publicado recientemente en la revista Der Spiegel.

Lo cierto es que Rusia se ha convertido en el peor dolor de cabeza para Estados Unidos y sus aliados europeos. No es mucho lo que estos pueden hacer para contrarrestar la ambición rusa de recuperar algo de la influencia perdida. Como ocurrió en la Guerra Fría, cuando las potencias enemigas se mostraban los dientes, pero al final respetaban sus respectivas zonas de influencia, evitando así la confrontación nuclear, el precio de mantener la frágil estabilidad de las actuales relaciones internacionales será la aceptación de que Putin también tiene su patio trasero.

Leopoldo Villar Borda

Por Leopoldo Villar Borda

Periodista y corresponsal en Europa
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Alfredo(45487)01 de febrero de 2022 - 01:34 p. m.
En su recuento de paises dominados por USA no mencionó a Colombia. Desde el negocio de Panamá, nuestra oligarquía se convirtió en el socio del tío Sam para dominar el país. No ha sido necesario una guerra o una invasión; solo volver rico a unos ambiciosos vende patria ha sido suficiente. Toda la ayuda gringa termina en manos del selecto grupo. Una buena estrategia de dominación y todos tranquilos
Lorenzo(2045)01 de febrero de 2022 - 03:54 a. m.
Putin no es Blancanieves, ai jó, ai jó... Pero Crimea si perteneció a los rusos hasta que alguien dentro del gobierno aflojó. Poco, más o menos, lo que pasó entre la belleza de Teddy Roosevelt ("i took Panama") y Marroquín ("recibí un país y entregué dos"). Simpátiquisimos estos piscos columnistas: aquí los paraquitos se "tomaron" medio país a punta de bala, y los gringos kgados de la risa: DDHH
ANA(11609)31 de enero de 2022 - 10:17 p. m.
Siempre pasa. Las potencias del mundo, siempre quieren seguir reinando y avasallando a las naciones pequeñas y de pocos recursos. Aman ser feudales con siervos arrodillados. Estados Unidos, tiene su patio trasero en América Latina y los europeos lo tienen en África. Por supuesto, Rusia no se queda atrás.
Rafael(59695)31 de enero de 2022 - 09:43 p. m.
Crimea no fue anexada ..su población de mayoría rusa mediante referendum quiso volver a su Madre patria..y si evitar la masacre étnica que le vendría ..Rusia tiene derecho a defender su soberanía de la Tenaza de la OTAN ..
PEDRO(90741)31 de enero de 2022 - 09:41 p. m.
Cuenta regresiva: faltan 188 días para que termine este mafioso gobierno. Escoja críticamente entre los mejores candidatos con comprobada experiencia y honestidad en trabajo público.
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