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¡Occidente ha muerto!

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Leopoldo Villar Borda
09 de noviembre de 2021 - 05:30 a. m.
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Ningún aficionado al fútbol en Colombia puede olvidar la hazaña realizada por nuestra selección en el Mundial de Chile de 1962, cuando el equipo nacional empató a cuatro goles con el de la Unión Soviética y, además, el delantero Marcos Coll le anotó un gol olímpico a Lev Yashin, uno de los mejores arqueros del mundo, conocido como la Araña Negra. Lo que tal vez muchos no recuerdan es que esa proeza fue calificada entonces por el presidente Guillermo León Valencia como “un triunfo de la civilización occidental”.

El mundo vivía en aquel tiempo la Guerra Fría y para el mandatario conservador, ardiente anticomunista, lo ocurrido en Arica el 3 de junio de ese año no fue simplemente un partido de fútbol, sino una confrontación entre los deportistas de un país católico occidental y los de la gran nación de Oriente que era a la vez la primera potencia comunista del planeta. Al margen del carácter pintoresco de Valencia —que solía sorprender con salidas como el “¡viva España!” en un banquete ofrecido en Palacio al general De Gaulle—, el calificativo presidencial al logro de la selección Colombia reflejó la mentalidad chauvinista que dividía al mundo en dos partes: la heredera de la cultura grecorromana y el cristianismo y la que fue vista por siglos como la cuna de la barbarie.

Hace rato, sin embargo, la realidad planetaria superó esa dicotomía. “Yo eliminé la expresión ‘Occidente’ de mi vocabulario”, dijo hace poco Christoph Heusgen, el principal consejero de Angela Merkel en asuntos internacionales y embajador de Alemania en las Naciones Unidas durante los últimos cuatro años de su gobierno. Esta fue su respuesta cuando un periodista de la revista Der Spiegel le preguntó si el ascenso de los talibanes en Afganistán había sido una derrota de Occidente.

Según Heusgen, la disputa que se libra hoy en el mundo no es entre Oriente y Occidente sino entre los Estados que respetan el orden internacional, la Carta de las Naciones Unidas y la Declaración Universal de los Derechos Humanos y los que no lo hacen. Estos no son principios occidentales sino universales; sin embargo, la palabra “Occidente” sigue siendo utilizada de diversas maneras, según la ideología o los intereses de quien la emplea. En Estados Unidos, Europa y los países donde se extendió su influencia, aparece de vez en cuando para resaltar los valores que sus sociedades se atribuyen. En los que rivalizan con ellas, como Rusia y China, el término es empleado en sentido negativo como sinónimo del pasado.

El empleo de la palabra “Occidente” se puso en boga en el siglo XVI para referirse a las culturas europeas de base cristiana en contraposición a “Oriente”, que sirvió para englobar a un grupo muy diverso de culturas de Asia, África y otras regiones alejadas de lo que entonces era el centro de la civilización. La confrontación entre esos dos mundos ocurrió desde la Antigüedad y se acentuó con la separación de las iglesias cristianas. Pero los primeros invasores del Imperio romano no eran bárbaros, como no lo son quienes viven hoy en los territorios donde no imperan el cristianismo o el capitalismo, los dos pilares de lo que se sigue llamando “Occidente”.

El mundo es uno solo y la humanidad tiene un destino común que trasciende las diferencias geográficas, religiosas, de idioma, organización política, social y económica. Además, la mayoría de los países son multiculturales. Esta realidad, puesta ante nuestros ojos en este tiempo de tragedia compartida por todos, nos induce a decir con Heusgen, parafraseando la célebre exclamación de Nietzsche sobre Dios: “¡Occidente ha muerto!”.

Leopoldo Villar Borda

Por Leopoldo Villar Borda

Periodista y corresponsal en Europa
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Felipe(97456)10 de noviembre de 2021 - 01:39 p. m.
Que no se nos olvide que bárbaro significaba extranjero... no la acepción que actualmente se le da!
Sebastian(26455)10 de noviembre de 2021 - 10:39 a. m.
Un buen tema de columna, y una buena discusión, pero más allá del optimismo con el que termina el artículo, me parece que el sentido "común" de la humanidad no pasa por "la muerte de Occidente", sino porque Occidente ya se lo tragó casi todo.
Libardo(10892)10 de noviembre de 2021 - 02:37 a. m.
Mi oriente, es occidente para los del lado. Un concepto reduccionista en un mundo diverso, multicultural e interactuante. Igual que extremismo o derecha e izquierda. Los extremos se tocan, por eso los de derecha o izquierda, son iguales de trágicos y lo otro depende de si uno va o viene. Humanidad, afortunadamente diversa en un planeta diverso, universo que debemos cuidar celosamente.
Alberto(3788)10 de noviembre de 2021 - 12:59 a. m.
Magnífica.
ERWIN(18151)09 de noviembre de 2021 - 11:44 p. m.
parece que la paloma le heredo al abuelo,esos arrebatos ..cuando grita"uribe el mejor presidente que ha tenido el platanal"blanquea los ojos y entra en trance ..jajaaa ..
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