En medio del brillo de las celebraciones, de los forcejeos políticos y del inevitable cabildeo en los pasillos y recintos del Capitolio Nacional, pasó casi inadvertida una coincidencia que marcó el inicio del nuevo período de sesiones de la legislatura colombiana. En distinta forma, pero con resultados parecidos, desde las dos cámaras que componen el Congreso se lanzó a los cuatro vientos un grito simultáneo de independencia que no solo debió retumbar en la Casa de Nariño sino también y sobre todo en las sedes donde operan los jefes de los desteñidos partidos políticos del país.
En el Senado, el protagonista fue Iván Name, quien al...

Por Leopoldo Villar Borda
Periodista y corresponsal en Europa
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