En un país con tan frágil memoria como el nuestro, resulta especialmente ofensivo que las autoridades no solo abdiquen su obligación de rememorar la historia, sino que atenten contra los monumentos que la recuerdan. Esto es lo que está ocurriendo con la extraordinaria obra de arte que Beatriz González realizó en memoria de los caídos en el conflicto armado colombiano en el Cementerio Central de Bogotá, que parece condenada a sufrir toda clase de atropellos de quienes tienen el deber de protegerla.
Primero fue objeto de la hostilidad del entonces alcalde Enrique Peñalosa, quien pretendió destruirla y reemplazarla con un espacio para...

Por Leopoldo Villar Borda
Periodista y corresponsal en Europa
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