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Lo divino y lo humano

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Lisandro Duque Naranjo
03 de mayo de 2021 - 03:00 a. m.
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Muchos orientadores de opinión, de buena fe, se debatieron, en las vísperas del 28 de abril, en el dilema ético entre la incitación al contagio (ir a las marchas) o un llamado a la protesta sin abandonar la cuarentena, es decir, virtual (quedarse en la casa y hacer cacerolazo o manifestarse en redes y con tuiteratones). Obviamente nadie quiere cargar con la responsabilidad diferida, dentro de 15 días, por la subida de la curva de la pandemia, que seguramente ocurrirá.

Para mermarles complejo de culpa a los primeros, hay un argumento obvio, pero imprevisible antes de las marchas gigantescas del miércoles: para un trabajador no hay mucha diferencia, en términos de salud, entre tomar un Transmilenio para dirigirse al trabajo o hacerlo para protestar contra la indignidad de soportar un Gobierno tan tarado como el actual, que incluso al ingreso al túnel blanco le quería instalar un peaje para cobrar un impuesto, no se sabe si en artículo mortis o póstumamente, para que el difunto llegara al más allá endeudado.

De modo que quien salió a marchar superó el dilema con facilidad: si me voy a enfermar, por lo menos que el contagio me agarre protestando. El 28, sin duda, lo que se vio fueron muchedumbres en un trance casi nihilista o místico, algo así como gritando: “Si nos vamos a morir, vayámonos enfermando”. Aun así, casi todo el mundo llevó su tapabocas, pequeña prenda estratégica, como para dejar constancia de que no estaban para jugársela toda, sino albergando la esperanza de que ahorraban vida para las próximas jornadas. En la suposición —ya no tan cierta— de que a los jóvenes el COVID-19 los puede atacar pero no alcanza a matarlos, el mayor porcentaje de manifestantes fueron jóvenes. Estuvieron, pues, colmados de heroísmo y de drama esos cientos de miles de ciudadanos que tal vez por primera vez en la historia de Colombia no dejaron un solo pueblo, por pequeño que fuera, sin llenar las calles con su rabia. La vibración que transmitieron esas marchas —incomparables con las anteriores— marca un punto cero de ruptura que tendrá repercusiones en todos los órdenes, incluido, por supuesto, el electoral, pero que lo trasciende hacia destinos más inéditos y transgresores. El solo inicio de la fecha, muy tempranero —la tumbada de la estatua de Sebastián de Belalcázar en Cali, por los misaks—, les otorgó a las marchas una significación simbólica en el sentido de que los privilegios antiguos entran en proceso de liquidación. Que al siglo XXI de verdad le sobran los grilletes y los cepos del viejo orden feudal que no han permitido nuestro ingreso a la modernidad.

Imaginándose todo eso, el establecimiento agotó sus previsiones enviando tropas a todas partes, hasta quedarse corto. Y por supuesto, reclutando “vándalos”, aunque algunos van por cuenta propia, saqueando televisores que los marchantes les hicieron devolver. El hecho es que, salvo en Cali y Medellín —donde lo que robaron fueron cascos de motocicleta, además de romper vidrios de bancos y de carros de alta gama—, no pasó mayor cosa. En Bogotá, quienes apedrearon al Esmad en el Palacio de Justicia —puro “fuego amigo” concertado— no le hicieron ni cosquillas a la muchedumbre, que ni cuenta se dio. Fueron simple ripio perdido en la marejada. Los alcaldes de Cali y Bogotá ordenaron toques de queda, el primero a la 1 p.m. y la segunda mandó a irse a la casa a las 2 p.m., pero nadie les paró bolas. Hay funcionarios así.

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Patrik(14177)04 de mayo de 2021 - 03:05 a. m.
Y sobre todo, hay que complementar la lucha en las calles con la lucha en las urnas. Protestar es una expresión política de los ciudadanos, la cual se debe complementar con otra expresión política como es ejercer el derecho al voto, un derecho democrático. No tiene sentido desgañitarnos contra este gobierno de corruptos y hampones si en 2022 nos quedamos en la casa esperando que la misma minoría..
  • Patrik(14177)04 de mayo de 2021 - 03:09 a. m.
    ... ignorante, vendida y con tendencia al odio siga decidiendo el destino de Colombia. El uribismo volverá a poner en práctica las tácticas sucias con las que ha venido usurpando el poder: Desinformación, compra de votos, promoción del odio y miedos infundados, crispación, manipulación de encuestas, campañas de desprestigio contra opositores, etc. No podemos volver a caer en esos engaños.
juan(9371)03 de mayo de 2021 - 10:19 p. m.
Qué vaina con los Duque : el papá dejó destruir a Armero y el hijo casi destruye a Colombia....
María(60274)03 de mayo de 2021 - 09:19 p. m.
Es que la situación para los colombianos es muy grave con lo que buscan imponer, pero aun más difícil para los jóvenes, con las reformas laborales y pensionales, pierden toda posibilidad de pensionarse, además de la reforma a la salud, que nos deja sin esta. La lucha de los colombianos es todo en este momento. Nos estamos jugando nuestro futuro y el de las próximas generaciones. ¡A Marchar!
ANA(11609)03 de mayo de 2021 - 07:09 p. m.
Me alegra saber que los jóvenes reconocen la importancia de su participación política, en este país descuadernado. La Covid-19, ha cobrado muchas vidas de jóvenes, pero en las calles han caído asesinados, por las balas de los policías muchos más que se arriesgaron a protestar, no solo por la reforma sino por la crítica situación que atravesamos. El ÚNICO
  • ANA(11609)03 de mayo de 2021 - 07:11 p. m.
    RESPONSABLE, es el jefe supremo de las FFAA. (¿AUV o duque?)
shirley(13697)03 de mayo de 2021 - 06:19 p. m.
Ningún logro social,ningún derecho ha sido regalado u obsequiado por los poderosos de turno.Todos han sido obtenidos por la lucha,la resistencia y la movilización ciudadana.La Soberanía de esta Nacion reside en su PUEBLO y en nadie más.De ahí emanan los poderes públicos.A los mediocres y cobardes les asusta el poder de un Pueblo organizado e indignado.Se siente rabia en la población.¡A las calles
  • Luis(39449)04 de mayo de 2021 - 02:44 a. m.
    Tienes razón, ganan billones gracias a esa ayuda pero ahora se hacen los marikas. Debemos empezar a q bajen los intereses. Casi todo ahora es en la red. No gastan mucho en empleados pero cobran lo mismo. Los intereses deben estar atados al IPC, máximo 3 o 4 veces. Y así si colocan el verdadero valor del IPC y no esas migajas q sacan en diciembre
  • shirley(13697)03 de mayo de 2021 - 06:41 p. m.
    Hace algunos años se instauró una ayuda "obligatoria" para salvar las finanzas de la Banca que según los expertos estaba en "bancarrota".Es el famoso y triste 4x1000.¿Cuánto habrán recaudado los pobrecitos banqueros por esa ayudita? ¿10,100,200 o más BILLONES de pesos?.¿Alguien lo sabe?.Bien:es la hora precisa para que DEVUELVAN todo lo obtenido sin ningún esfuerzo.¿Quien los obliga?.El PUEBLO.
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