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Lo divino y lo humano

Se pasó el registrador

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Lisandro Duque Naranjo
21 de marzo de 2022 - 05:30 a. m.
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Los medios radiales, televisivos y escritos han pretendido mermarle severidad al colapso parcial de las elecciones del pasado domingo. De malas, porque lo ocurrido tendrá consecuencias de aquí a la primera vuelta presidencial. No es cualquier cosa que en 29.000 mesas —el 26 % de la totalidad de mesas del país—, según Petro, no aparezca un solo voto por la fuerza política más favorecida por los pronósticos: el Pacto Histórico, aparte de que sufrieron daños colaterales, Fuerza Ciudadana, progresista, los moderados del Nuevo Liberalismo y Sergio Fajardo. Eso ofende, más que al sentido de la política, al de las matemáticas y al de la ley de probabilidades. Y no, a la sociedad no se la puede subvalorar tanto, pues algo ha aprendido. Pero el domingo ocurrieron más cosas, como si a ese 13 le quisieran agrandar sus signos fatídicos. Veamos: el tal formulario E-14, que es decisivo, lo diseñaron con tanta chapucería, que ni siquiera cuando lo imprimieron cupo un logotipo, que de casualidad es del mismo Pacto Histórico, haciendo quedar sus votos a la deriva como si fueran confeti. Faltó poco para que el gran ganador de los comicios no existiera y aun así, con el 74 % de las mesas no borradas, obtuvo 16 senadores, mientras que con los restos de lo que ha podido salvarse, remendando aquí y buscando entre los retazos, han completado los 19 y pueden seguir en alza.

No fue la única falla con que la gansteril trasescena electoral —que tuvo su más apoteósica hazaña el 19 de abril de 1970— hizo llegar su pezuña hasta el 13 de marzo de este siglo XXI. Yo mismo fui víctima —como miles de votantes en todo el país— de una bribonada adicional que por pocos minutos estuvo a punto de impedirme votar: del lugar donde tengo inscrita mi cédula desde hace 20 años —la Universidad Piloto, en la carrera 13 con 46— me la trasladaron de súbito a la Hemeroteca Nacional, que no es que quede propiamente volteando la esquina, pese a lo cual llegué a la urna 10 minutos antes de que me agarrara en la fila la hora de nona. Era como si, afiebrados con la tecnología, los funcionarios de la Registraduría estuvieran jugando PlayStation. Agrégueseles a estas novedades los votos vendidos, que son una endemia de nuestro aparato electoral.

El hecho de que de esas marrullas salieran afectadas también las llamadas fuerzas de centro, otrora consentidas, demuestra la intención de cuadrar la primera vuelta para que se enfrenten los extremos y asunto arreglado. La competencia final sería entre Gustavo Petro, del Pacto Histórico, y el Fico de “¡Entonces qué, papá!”.

El registrador —que demostró ser un peligro social digno de repudio— se precipitó con ese experimento de tierra arrasada, pues tenía que aprovechar lo prolífico del número de candidatos del 13, con consultas, corporaciones, circunscripciones nuevas, etc. No por eso dejará de intentarlo en las presidenciales, quién sabe cómo. A las volandas, pues, habrá que conformar un frente amplio. Falta mes y medio.

***

No es difícil imaginarse el ataque de depresión que acometió a Petro, en Bruselas, cuando le llegó en persona Íngrid Betancourt a visitarlo hace unos años. Y encima de eso, con Carlos Alonso Lucio. Supongo que la pareja, cuando salió de esa casa, logró que el ahora candidato superara su trance, abriera un ojo, le preguntara a quien estuviera por ahí: “¿Ya se fueron?”, y se irguiera en la plenitud de sus sentidos.

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aldemar(14308)22 de marzo de 2022 - 11:07 a. m.
Ya el hecho de que Ingrid Betancur llegue a la casa de uno es un hecho traumático, pero con Carlos Alonso Lucio? Se deprime cualquiera con ese par de espertentos!
Amauri(ne615)22 de marzo de 2022 - 02:16 a. m.
La buena fe se presume y la mala fe se demuestra. este sujeto no dió garantías antes de las elecciones, " quien no se sienta con garantías que no se presente, "ya es tarde, se le cayó el torcido y me preocupa quién tiene en este momento la cadena de custodia de las bolsas de los votos.
Imagin(14177)22 de marzo de 2022 - 01:37 a. m.
Desde hace 20 años lo vengo diciendo: Es IMPOSIBLE que del uribismo salga algo bueno para Colombia, totalmente IMPOSIBLE. Por eso durante los 20 años de uribato hemos visto toda clase de infamias y atrocidades: Masacres, desplazamientos, falsos positivos, fraudes, componendas, incumplimientos, autoritarismo, populismo, engaños masivos, manipulación, mentiras, empobrecimiento, discriminación, burla
Imagin(14177)22 de marzo de 2022 - 01:21 a. m.
Cuando el pueblo sale a votar en masa -por un cambio auténtico- pasan cosas buenas para Colombia. Puede que haya fraude, como de hecho lo hubo el 13 de marzo, pero hasta al más tramposo de los tramposos le queda quasi-imposible esconder tanto voto adverso sin que la trampa salga a flote. Fueron millones de compatriotas a los que les abudinearon la posibilidad de votar, teniendo todo en regla...
  • Imagin(14177)22 de marzo de 2022 - 01:31 a. m.
    Si les hubiesen permitido votar, la victoria de las fuerzas alternativas habría sido mucho más amplia. Hay que repetir la tarea el próximo 29 de mayo. Consecuencias de dar la lucha en las urnas: Victoria para el Pacto Histórico; AUV pierde su careta de "demócrata" y deja ver su verdadera cara de sátrapa que solo reconoce el resultado electoral cuando gana. Hay que abandonar el abstencionismo.
Alberto(3788)21 de marzo de 2022 - 10:15 p. m.
Magnífica, muy certera y acertada. Lisandro: quienes eligieron directamente a este sujeto Vega de manera muy oscura, generando mucho más que dudas, presidentes del Consejo de Estado, la Corte Constitucional y la Suprema, Lucy Jeannette Bermúdez, Gloria Ortiz y Álvaro García respectivamente, transgredieron Todo y no han respondido Ni Responderán por su aviesa actuación, son también responsables.
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