Suena muy poético, pero ese fue un verdadero iter criminis (el camino del crimen) por el que fue llevado a su muerte heroica monseñor Jesús Emilio Jaramillo, obispo de Arauca. Este horroroso asesinato estuvo a cargo del Eln y ocurrió en 1989, habiendo sido su víctima elevada a los altares en categoría de beato por el papa Francisco en el año 2017, junto con el mártir de Armero, el sacerdote Pedro María Ramírez, masacrado en su curato por turbas enardecidas con ocasión del asesinato de Gaitán en Bogotá.
Perdón y olvido. Suenan campanas para la amnistía y el perdón; hay que irlos perdonando a todos. Más tarde este glorioso...
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