Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.

Sumisión

Lorenzo Madrigal

13 de septiembre de 2015 - 03:41 p. m.

La obediencia es virtud familiar, no que la mujer esté sujeta al marido (ni viceversa, dirían las reinas), pero sí los hijos a los padres, en lo conducente a su educación y es virtud propia también de quienes se hallan, por escogencia libre, en condición religiosa o monástica.

PUBLICIDAD

El obedecer “tamquam cadáver” (“como un cadáver”, en palabras de Ignacio de Loyola, o en mejor latín y más ignaciano: “perinde ac cadáver”, como prefiere Antonio Caballero, quien era para mí desconocido latinista) es, cuando menos, virtud heroica.

Pero en la vida civil y pública, la sumisión, salvo la necesaria sujeción a las leyes, maltrata en alguna forma la dignidad del hombre (vamos, y de la mujer, pues ya el género parece no comprender las dos especies); y es por cierto lamentable entre dirigentes de parecido peso político.

No es frecuente verla en las democracias, donde si bien se reconoce la preeminencia del jefe del Estado, en cuanto encarna la voluntad popular, ello se hace sin genuflexiones ni obsecuencia permanente a sus criterios y definiciones. “Presidente, mire esto o mire lo otro” o simplemente un rotundo: “no estoy de acuerdo”, sirven de antídotos a la adulación.

Observar a un jefe de Estado, en esta era moderna, superados los execrables autoritarismos y cultos de personalidad de otras épocas, rodeado por sus colaboradores civiles y militares, y estos asintiendo, bajo entera sumisión, mediante un cabeceo humilde, es por decir lo menos un espectáculo deprimente.

No sólo se somete a los suyos, sino que el dominio socialista en el área es creciente. Si hay en el panorama acuerdos de paz, así incumba al fuero interno de un país, el socialismo imperante se auto propone como facilitador. Y por medio de acuerdos de paz y mediaciones maliciosas se puede penetrar en el alma de una nación y conquistar un pueblo díscolo a las orientaciones que vienen avasallando estos pueblos de América.

Colombia aceptó a La Habana como mediadora de paz con la guerrilla y ahí se dio un primer quiebre; A Venezuela, refugio de los guerrilleros, se la designó garante de los acuerdos con ellos; ahora, a un Ecuador hostil y del Alba, se lo escoge como sitio de reunión de cancilleres. Y Venezuela en conflicto con Colombia propone a Argentina o a Brasil, afines ideológicos suyos, para un encuentro de presidentes.

Read more!

***

Lo que asombra del juicio a Leopoldo López es que se le tenga por un acto judicial. De antemano se sabía, y lo sabía López, que se lo estaría sometiendo a un juicio stalinista, como ha quedado demostrado ante el mundo.

Aun así, dirigentes demócratas se pliegan a los dictámenes caprichosos del insolente dictador venezolano y permiten, por inapropiada diplomacia, que pisotee la dignidad nacional y la de nuestros hombres de Estado, en alguna forma representativos de la Nación.

No ad for you
Conoce más
Ver todas las noticias
Read more!
Read more!
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.