Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.

Y llegó octubre con sus sorpresas

Lorenzo Madrigal

01 de octubre de 2023 - 09:05 p. m.

Serán las previas del Gobierno, la primera comprobación numérica, los primeros resultados de gestión. No serán del todo imparciales, pues irán precedidos por una vistosa y muy programada aglomeración: 70 camiones-minga, tipo bus escalera, que han invadido a Bogotá para dar la apariencia de enorme respaldo local a las iniciativas oficiales. De ellas no saben nada, pero es el folklore, la alegría juvenil y así todos han sido invitados a este paseo por la congelada ciudad, presagio del turismo que nos redimirá de las pérdidas petroleras.

PUBLICIDAD

El muy pacífico Carlos Fernando Galán apunta a llevarse el triunfo electoral, en segunda vuelta. Representa a las personas mansas, dijéramos organizadas (otros dirán acomodadas), que, según resultados del siempre oficialista Centro Nacional de Consultoría, son los más, por ahora.

Carlos Fernando, de ojos pequeños (no son los de Oviedo, desorbitados), amplia frente, buenamozura relativa, chaqueta roja. No quiere ofender a nadie, eso está bien. Se sabe a Bogotá; es posible que con él vuelva el orden, aunque todo irá lentamente. El metro avanzará paso entre paso, para que un día (y está lejano) se dispare como una flecha. Galán está lejos de impulsar a los suyos a tumbar monumentos, no se ocupará en recordarles a los visitantes indígenas, muy apreciados, los pecadillos de Jiménez de Quesada para invitarlos a destruir su monumento, que no sé en este momento dónde se halla trasladado, pero tampoco será el alcalde acobardado que permita desfigurar el Bolívar (Simón) de Tenerani, por no tener la cabellera afro, como al parecer la tuvo el Libertador, según retratos de la época.

Galán es de esos tipos que no dan un paso atrás, siempre adelante, para no quedarse en el pasado histórico queriendo revertirlo, sino que lo respeta en su circunstancia. Hay que vivir, no hay que revolucionar a cada paso, o, como ahora dicen, hay que dejarnos contaminar con el virus de la vida y llevarlo a las estrellas (o 2.600 metros más cerca de ellas). Perdón, me distraje.

Read more!

Sigue, unos 10 escalones abajo, Gustavo Bolívar, otro Gustavo y, sin molestar a los de este nombre, otro dictador en cierne, como Gustavo Rojas Pinilla. Es el sueño dorado del presidente Petro para unificar el mando absoluto sobre este país y su capital, toda vez que perderá posiblemente algunas alcaldías, entre otras la de Medellín. Veremos en esta capital qué sucede finalmente, si como venimos diciendo se impondrá el manso (“los mansos poseerán la tierra”) o si por ventura gana quien, en fechas de desorden, simbolizó la Primera Línea, hoy aupado por el Gobierno con manifestaciones trashumantes. Y a propósito, alguien pudo decir, como en la ONU, que los aplausos a la salida de la catedral de Bogotá eran para el presidente y no para el cadáver insepulto de Fernando Botero. Casos se han visto.

Conoce más
Ver todas las noticias
Read more!
Read more!
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.