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La reforma tributaria de Alberto

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Luis Carlos Reyes
16 de septiembre de 2021 - 05:30 a. m.
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Se empieza a escuchar un estribillo entre la tecnocracia económica colombiana: lo que le hizo falta a la reforma tributaria de Carrasquilla fue “una buena campaña de comunicaciones”. Desde recintos ajenos a lo que pasa en el resto del país, les sigue resultando inconcebible que hubiera fallas de fondo en la propuesta de reforma tributaria que detonó protestas sin precedentes, no solo en las principales ciudades de Colombia sino en todo el país. Las advertencias de que pronto habrá que terminar lo que Carrasquilla comenzó ya resuenan a manera de pronunciamientos oficiales, editoriales ponderosos y regaños en redes.

El punto ciego de los tecnócratas les impide ver que la legitimidad del manejo económico del país ha sufrido con cuatro años de campañas de comunicación que tratan de venderles a los colombianos como ciertas cosas que no lo son. No, el gobierno de Iván Duque no recibió un “hueco fiscal” de $14 billones de la administración pasada. No, no se necesitaba recortar $9 billones en impuestos a las empresas —lógica peregrina— para tapar el hueco fiscal inventado. No, Colombia no “invirtió” $117 billones en la respuesta a la pandemia. Y no, por más piezas de lindo diseño gráfico que acompañaran la campaña “Soy solidario”, la fallida reforma tributaria de Carrasquilla les pedía más a los trabajadores y a los consumidores que a los dueños del capital.

Los colombianos sí están dispuestos a pagar más impuestos —basta recordar los impuestos voluntarios recaudados en Bogotá durante la alcaldía de Antanas Mockus—, pero no a un Estado ni a una tecnocracia que no se sientan obligados a rendir cuentas del gasto público peso por peso. Para gobernar con técnica se necesita la legitimidad del Estado, y la legitimidad no se obtiene con trucos contables, con hashtags, ni con un presidente comunicador, sino con honestidad y transparencia que hay que demostrar antes de subir impuestos.

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Manuel(66071)19 de septiembre de 2021 - 02:35 p. m.
La supuesta "ayuda" para lidiar con el Coby ha sido una cortina de humo para robar "confidencialmente por la camarilla del centrodemoníaco", esta es la hora en que no se saben los montos ni como se gastó. Difícil creer que la gente se coma una reforma que comenzaba por gravar los entierros de Polombianos muertos por la pandemia y para colmo sin un centavo en el bolsillo para sostener "embajadores
  • Manuel(66071)19 de septiembre de 2021 - 02:37 p. m.
    embajadores de 70 millones mensuales, funcionarios , agregados , secretarías de mil inventos, compra de helicópteros de lujo, tanquetas antimotines, cambio de uniformes de la policía, etc.
javier(96673)17 de septiembre de 2021 - 03:53 a. m.
Así se habla, don Luis Carlos.
Alberto(3788)16 de septiembre de 2021 - 08:31 p. m.
Excelente.
Carlos(58915)16 de septiembre de 2021 - 07:45 p. m.
Excelente columna, muchas gracias. Siguen abundiniando a los colombianos.
Gustavo(34793)16 de septiembre de 2021 - 05:12 p. m.
Los mal llamados eufemismos no son si no embustes disfrazados, verdades a medias son mentiras completas, del mentiroso compulsivo no emanan verdades, eso es el gobierno y sus funcionarios y de la misma manera de las bocotas de los políticos no salen verdades, solo triquiñuelas y falsedades.
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