Nadie va a arreglar los problemas del país si no los arreglamos nosotros mismos, y para eso necesitamos una ciudadanía informada. El debate actual en el Congreso sobre si se les debe permitir a quienes se pasaron a los fondos privados regresar a Colpensiones es un buen comienzo, pero no es la solución al problema pensional que tenemos en el país.
Sí, es cierto que para muchos asalariados –especialmente aquellos que han cotizado las suficientes semanas para poderse jubilar en Colpensiones– la medida sería ventajosa. Pero Colpensiones no funciona sin subsidios por parte de todos los contribuyentes. Esos subsidios se pagan con impuestos, y la mayoría de los que pagan impuestos no tienen acceso a una pensión.
En Colombia, únicamente el 35% de las personas en edad de jubilarse se pensionan, y hacen parte de un grupo que, si bien no es rico, es privilegiado. Básicamente, lo que se propone es subsidiar las pensiones de los estratos 3, 4, 5 y 6 con impuestos –como el IVA– que también pagan los estratos 1 y 2. Esto no nos pone más cerca de ser el país justo y equitativo que queremos.
En este caso, tienen razón los fondos privados de pensiones al alertar sobre el costo fiscal de la medida. Pero la ciudadanía debe escuchar estas advertencias recordando que lo más probable es que los fondos privados de pensiones consideren, como argumentó Milton Friedman en su famoso ensayo sobre el tema, que la responsabilidad social de las corporaciones no va más allá de aumentar sus ganancias. Así que, si bien tienen razón en cuanto a lo inconveniente de esta medida, es necesario que no sean la única contraparte en el debate. A juicio de muchos, los rendimientos de las AFPs son bajos, sus cuotas de administración altas, y el servicio que proveen insuficiente. En un mercado en el cual se suponía que la competencia entre muchos fondos privados iba a traer buenos resultados para los cotizantes, hemos pasado de tener ocho AFPs después de la Ley 100 a solo tener cuatro en la actualidad. El sistema cada vez está más concentrado, así que la competencia y la competitividad de los fondos privados debe ser objeto del mismo escrutinio que lo es la sostenibilidad fiscal de Colpensiones.
¿Cómo hace un ciudadano de a pie para debatir temas que son institucional y técnicamente complejos, y, sobre todo, para votar de manera informada al respecto? Con el fin de que haya un sitio por donde empezar, en el Observatorio Fiscal de la Universidad Javeriana hemos publicado una Guía ciudadana al Sistema de Pensiones y Protección de la Vejez en Colombia, que lanzamos hoy y está disponible de manera gratuita en línea. No es lectura ligera, pero es breve y no presume ningún conocimiento del sistema de pensiones por parte del lector. Esperamos que sea un insumo útil para quienes quieren entender el debate que hay más allá de los tuits –y más allá de las columnas.
* Ph.D., profesor del Departamento de Economía y director del Observatorio Fiscal, Universidad Javeriana.
Twitter: @luiscrh
Nadie va a arreglar los problemas del país si no los arreglamos nosotros mismos, y para eso necesitamos una ciudadanía informada. El debate actual en el Congreso sobre si se les debe permitir a quienes se pasaron a los fondos privados regresar a Colpensiones es un buen comienzo, pero no es la solución al problema pensional que tenemos en el país.
Sí, es cierto que para muchos asalariados –especialmente aquellos que han cotizado las suficientes semanas para poderse jubilar en Colpensiones– la medida sería ventajosa. Pero Colpensiones no funciona sin subsidios por parte de todos los contribuyentes. Esos subsidios se pagan con impuestos, y la mayoría de los que pagan impuestos no tienen acceso a una pensión.
En Colombia, únicamente el 35% de las personas en edad de jubilarse se pensionan, y hacen parte de un grupo que, si bien no es rico, es privilegiado. Básicamente, lo que se propone es subsidiar las pensiones de los estratos 3, 4, 5 y 6 con impuestos –como el IVA– que también pagan los estratos 1 y 2. Esto no nos pone más cerca de ser el país justo y equitativo que queremos.
En este caso, tienen razón los fondos privados de pensiones al alertar sobre el costo fiscal de la medida. Pero la ciudadanía debe escuchar estas advertencias recordando que lo más probable es que los fondos privados de pensiones consideren, como argumentó Milton Friedman en su famoso ensayo sobre el tema, que la responsabilidad social de las corporaciones no va más allá de aumentar sus ganancias. Así que, si bien tienen razón en cuanto a lo inconveniente de esta medida, es necesario que no sean la única contraparte en el debate. A juicio de muchos, los rendimientos de las AFPs son bajos, sus cuotas de administración altas, y el servicio que proveen insuficiente. En un mercado en el cual se suponía que la competencia entre muchos fondos privados iba a traer buenos resultados para los cotizantes, hemos pasado de tener ocho AFPs después de la Ley 100 a solo tener cuatro en la actualidad. El sistema cada vez está más concentrado, así que la competencia y la competitividad de los fondos privados debe ser objeto del mismo escrutinio que lo es la sostenibilidad fiscal de Colpensiones.
¿Cómo hace un ciudadano de a pie para debatir temas que son institucional y técnicamente complejos, y, sobre todo, para votar de manera informada al respecto? Con el fin de que haya un sitio por donde empezar, en el Observatorio Fiscal de la Universidad Javeriana hemos publicado una Guía ciudadana al Sistema de Pensiones y Protección de la Vejez en Colombia, que lanzamos hoy y está disponible de manera gratuita en línea. No es lectura ligera, pero es breve y no presume ningún conocimiento del sistema de pensiones por parte del lector. Esperamos que sea un insumo útil para quienes quieren entender el debate que hay más allá de los tuits –y más allá de las columnas.
* Ph.D., profesor del Departamento de Economía y director del Observatorio Fiscal, Universidad Javeriana.
Twitter: @luiscrh