Publicidad

Quieren matar a Lilian

Luis Carlos Vélez
30 de noviembre de 2015 - 12:08 a. m.

Tuve la oportunidad de conocerla meses después de la entrega de su esposo Leopoldo en Caracas.

Llegó sola, vestida con una simple camisa de safari, cara lavada y notablemente cansada. Eran las 6 de la tarde y nos alistábamos para la edición central del Noticiero de Caracol Televisión en la azotea de un hotel en la ciudad dos días después de la entrega de su esposo a las autoridades venezolanas, acusado de promover la violencia durante las jornadas de protesta contra el presidente Maduro.

A primera vista parecía tímida y asustada, pero tan pronto lancé la primera pregunta, salieron una fuerza sorprendente y un mensaje calculado, preciso, inteligente, esperanzador y responsable que dejó a todos los presentes, y seguramente a aquellos que la vieron en Colombia por primera vez, convencidos de que Lilian Tintori no solamente es una mujer extraordinaria, sino también una fuerza política en sí, tan poderosa como la de su esposo o incluso más contundente que la de cualquier otro líder de la oposición venezolana. Hoy, un año y nueve meses después, su energía, su valentía y su coherencia son tan intensas que, tal y como pasa con los líderes que quieren el cambio en las tierras de las mafias, dictadores, ladrones y déspotas, la quieren matar.

La semana pasada ocurrieron dos hechos que difícilmente se pueden separar. Primero, la muerte del líder opositor Luis Manuel Díaz durante un acto electoral de Lilian. Al dirigente regional de Acción Democrática lo abalearon a pocos metros de Tintori, quien relata que lo vio caer y que incluso la sangre del cuerpo abaleado la alcanzó a salpicar. Horas antes, agentes del gobierno y miembros de la policía la habían acosado de tal manera que algunos de sus allegados alcanzaron a pensar que era mejor desistir del acto político programado, ya que el ambiente estaba muy enrarecido como para hacer parte de él. Ese mismo día, luego de su arribo en avioneta a Guarico, la nave que los condujo al lugar se incendió. Inexplicablemente el avión se prendió en llamas. Nadie dio explicaciones, ningún oficial se pronunció al respecto, quejando en el aire dos claros mensajes, uno de impunidad y otro de amenaza.

Tras estos actos y las alertas internacionales, el sábado por la tarde allegados de Nicolás Maduro llamaron a Tintori y le ofrecieron protección, algo que la valiente esposa de López rechazó. Y es que no tiene sentido que los miembros del Sebin, mismo grupo que ella asegura la sigue, acosa, espía y amedrenta, ahora sean los responsables de su seguridad. Sería como aceptar entrar a la jaula del león que la quiere devorar.

Tintori está a punto de ser la gran vencedora de las elecciones del próximo 6 de diciembre. Algo sorprendente para alguien que no es candidata a los puestos de la legislatura en juego y que tampoco se formó pensando en que iba a ser parte de la política de su país. Pero las circunstancias la han llevado a ser la gran líder capaz de agrupar a las fuerzas que rechazan la situación en Venezuela. Si no fuera por ella, quién sabe si solo el creciente deterioro de la situación hubiera animado tanto a los venezolanos para levantarse de tal manera que por primera vez la oposición tiene una verdadera ventaja electoral en 16 años de hegemonía Chavista.

La rubia tiene en jaque a un Maduro sin resultados y para algunos desesperado, algo especialmente preocupante porque los que se quedan sin argumentos, al igual que los cobardes, por lo general acuden a la violencia para ganar a como dé lugar.

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar