"El Petro que observamos en su última aparición pública, más pragmático que pendenciero, puede ser producto de un cambio en la estrategia de comunicaciones ante los resultados de las elecciones regionales y las encuestas, pero también el reconocimiento de que la gestión del presidente puede convertir en políticas y hechos sus propuestas para lo que necesita la participación y cooperación de otros sectores y las mayorías de las que se ha divorciado" - Luis Carvajal
Foto: ANDREA PUENTES
Ante un escenario económico difícil, complicado por la incertidumbre que sus anuncios y peleas han propiciado; sin mayorías en el Congreso para tramitar unas reformas que no se acaban de elaborar y con una promesa de “paz total” que ha permitido el resurgimiento de la violencia en los territorios, el mayor desafío del gobierno en el año que comienza será mejorar su capacidad de gestión. Debe superar sus propios errores -más visibles como en caso panamericanos- y el fundamentalismo que le sirvió para ganar al potenciar la polarización, pero se ha convertido en su mayor obstáculo para gobernar.