Antes y después de la Cumbre de Río

El asunto tiene cuatro enfoques: político, comercial, diplomático y militar. El verdadero problema que afrontamos ahora es a quien vender lo que nos compran Venezuela y Ecuador. Una propuesta.

Nunca como ahora, los escenarios internos y externos de la política estuvieron tan unidos. La de Chávez es una actitud predecible, como parte de una estrategia expansionista acaballada en los altos precios del petróleo. Está aprovechando una oportunidad para avanzar en su proyecto revelado por el cándido Evo, quien está demorado en unirse al coro de presidentes locos, de construir la “gran Nación Suramericana”.

La situación actual es aprovechada por los sectores de oposición en los países involucrados y por los Gobiernos para distraer la opinión de sus verdaderos problemas e intereses. Al que peor le va es al mismo Chávez quien perdió en su intento de reformar la Constitución y cuyos índices de aprobación han caído al 30% en su país. Al que mejor, es a Uribe quien ha logrado unos niveles de aprobación del 83% y a quien hasta la misma oposición ha respaldado, con excepciones a titulo personal como la de Piedad Córdoba, cuyo Partido fue el primero en respaldar al Presidente en la “crisis”.

No se si las constituciones de Venezuela y Nicaragua permiten a sus Presidentes romper relaciones con un país en “solidaridad” con otro. Pero estoy seguro que en el mediano plazo los giros de la política van a cobrar caro a Chávez y Ortega su irresponsabilidad con sus pueblos. Chávez, se ha dedicado a despilfarrar su bonanza petrolera regalando a otros países para ganar apoyos, mientras que en Venezuela los pobres lo siguen siendo y ni con plata se consiguen muchos productos en los supermercados.

A nivel militar, Uribe ha respondido como se debe, con toda prudencia y sin devolver agravios. Los colombianos estamos tranquilos con las declaraciones del Ministro Santos esta semana en el Congreso. Luego de la presentación de Germán Vargas en que se demostró la estrategia armamentista de Chávez, Santos nos dio un parte de tranquilidad. Somos un país civilista pero no ingenuo. Lo que se puede concluir es que si Chávez llega a la locura de una acción militar, puede quedar tan sorprendido como quienes pensaron que las Farc eran indestructibles.

Las declaraciones de ruptura de relaciones comerciales con Colombia tratan de completar el siguiente paso en la estrategia de Chávez: desgastar a nuestras Instituciones y al Gobierno de Uribe internamente. Deteriorar nuestra economía. Echarle encima a los empresarios y trabajadores afectados. Se hace indispensable que las declaraciones de apoyo del Presidente Bush, de Obama, de Hilary y del candidato republicano, se traduzcan rápidamente en la aprobación del TLC en el Congreso Norteamericano.

Ecuador y Venezuela tienen déficit en la balanza comercial con Colombia y la ruptura de relaciones tiene, aunque no lo digan, ese pretexto que los “justifica” en sus respectivos países. Pero eso es jugar sucio contra los logros de la especialización y la integración que han logrado las economías regionales. Perjudica a sus ciudadanos. Va contra la “Nación Suramericana” real, la del progreso, crecimiento, competitividad y trabajo.

En el campo diplomático, Uribe podría convertir los apoyos políticos internos en una ofensiva internacional con delegados al más alto nivel de todos los partidos y sectores, que expliquen por el mundo la situación Colombiana. Ex Presidentes, ex cancilleres y figuras públicas, como nuestro Juanes, quien estoy seguro que va. Y si los acompañan miembros de la oposición Venezolana como el Gobernador Rosales, mejor.

Pero una jugada audaz frente a las medidas de Chávez y Correa, sería abrir Zonas de Libre comercio, exentas de impuestos y con subsidios por parte del Gobierno, con venta libre de nuestros alimentos, textiles, medicinas y calzado, en muchos puntos de la Zona de frontera. Anticipo que los coteros se iran cargados y vendrán ligeros de Ecuador y Venezuela. Eso es menos sucio que entrometerse descaradamente para desestabilizarnos, como lo hacen ellos y de paso, el pueblo Venezolano podrá seguir comprando leche y carne de calidad a buenos precios.

Después de lo que hemos visto, de los atropellos de Chávez en su propio país, en el que ha espantado a empresarios e inversionistas, no parece tan raro que ahora anuncie la Nacionalización de empresas e inversiones Colombianas. Pero tampoco deben sorprendernos las manifestaciones, cada vez más grandes de nuestra gente en su contra. En la marcha del 4 de Febrero un grupo de estudiantes por la carrera séptima llevaba un cartel con la foto del “redentor” que decía: se busca, está loco de amarrar y anda suelto. Se encuentra armado, es rico y peligroso.

Coletilla

La cumbre de Rio:

Un ejemplo de cómo deben arreglarse los problemas entre hermanos y del pragmatismo de lo gobernantes en el siglo XXI. Una síntesis de lo que pasó es que el clima mejoró, pero no tanto. Uribe se mantuvo en que la única autorizada para el intercambio es la Iglesia.

Se mantienen casi intactos varios de los factores que desencadenaron la crisis.  Se debe crear un mecanismo regional. Ganaron todos, pero Uribe y Colombia ganaron más. 

Las frases de Chávez: “yo le he dicho a las Farc que no podrán tomarse el poder por las armas”, “ A las Farc no las ven como terroristas sino la Unión Europea, Estados Unidos y Colombia”.

Las de Uribe: “Creo que en este momento, comisiones no”. “Van a tener que mantener en sesión permanente el grupo de Rio, para que cesen los insultos y prevalezca la razón”. “Presidente Ortega, ahórrese insultarnos”.”Salí a darle las gracias al Presidente Chávez, lo llamé 200 veces y no pasó al teléfono”.”Quítense de la cabeza que este es un proyecto imperialista”.