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MIENTRAS URIBE MUEVE LOS PIES, los hoy pre-pre-precandidatos de su coalición solamente mueven las manos. Así, está sacando adelante su referendo reeleccionista.
Y lo está logrando con lo que mejor hace un parlamentario curtido: asumiendo en propiedad el papel de jefe de personal. El que aprendió a pedir sabe dar. No sólo están en juego los puestos interinos de hoy, sino también los de mañana. A Juan Manuel Santos le quedó la alternativa de embajador en Washington, para que desde el Pentágono desautorice cada declaración de su primo Pacho. Al radicalmente cambiado Vargas Lleras, le asignarán un cupo en la unidad legislativa de Roy Barreras. A Noemí, de jefe de campaña de Uribito, para la dirección de Corabastos. A Rodrigo Rivera, lo que sea, con tal de darle contentillo a algunos liberales que están cansados de una década de abstinencia burocrática. Parodiando al extinto presidente Turbay, es la politiquería y el clientelismo en sus justas proporciones. Por otro lado, tiene a eventuales críticos del periodismo con reflejo condicionado al mejor estilo Pávlov, para que no digan ni ‘mu’ contra su permanencia en el poder con el señuelo del tercer canal. Y como si fuera poco, incluye nuevos aliados, llenando su carriel de ilusiones a gobernadores y alcaldes para que se reelijan a imagen y semejanza de él. Así mismo, todos los órganos de control son vigilados desde la Casa de Nariño para la beatificación mensual de sus funcionarios investigados. Esa es una clara radiografía del país formal.
En el otro país, el real, ha caído la inversión, hay recesión industrial, la cartera en el sector financiero cada vez es más morosa, el desempleo y el subempleo aumentan, las exportaciones con Ecuador y Venezuela decrecen, se reducen los ingresos por remesas, y lo único que hace el Gobierno es echarle la culpa al pico y placa. El mundo de hoy renegocia deuda externa, redistribuye la carga impositiva aumentando los impuestos directos y reduciendo los indirectos, los fondos privados se colocan al servicio de construir infraestructura, y se crean Bancos de Pobres para que compitan con la voracidad de los banqueros tradicionales. Pero aquí sólo cacareamos que estamos blindados. ¡Blindado, el referendo!
Y a ese incendio social nacional se le agrega la conflagración fronteriza que se producirá con la absurda decisión de aceptar trasladar la plataforma militar gringa de Manta en Ecuador, distribuyéndola en varias bases en el territorio colombiano. Esto, en el lenguaje del neoantiimperialista Pachito Santos no es pérdida de dignidad sino una violación con alevosía.
Y como si el palo estuviera para cucharas, el Presidente anuncia el Congreso de la ‘excelencia’. Ese cuento no se lo come nadie. No sólo por el ‘admirable’ que nos vendieron con Yidis, Rocío y Eleonora, a quienes les terminaron poniendo los cuernos con Karina, sino porque después insinuaron un acto de arrepentimiento con una reforma política cuya silla vacía se convirtió en un símbolo de impunidad. Ahora, en estos tres meses, probablemente aprobarán una reforma que, si bien promueve financiación estatal de campañas, no podrá ser real mientras exista el voto preferente, y todo sumado a que se le darán mayores facultades a un cuestionado Consejo Nacional Electoral y a que el Registrador ya no será elegido por las Cortes sino por la plenaria del Congreso. Es decir, ¡peor de lo mismo!
