“Cualquier cambio, incluso un cambio a mejor, llega acompañado de malestares e inconvenientes”, Arnold Bennett.
El club América de Cali ha experimentado una serie de cambios en su estructura administrativa y deportiva que han generado diversas reacciones en el ámbito futbolístico. Estos cambios se irán explicando mediante comunicados oficiales oportunamente.
Hay que tener en cuenta que el equipo escarlata es una empresa familiar en la que los dueños participan en los procesos de su organización. La nueva presidenta es la doctora Marcela Gómez (segunda generación), quien cuenta con los conocimientos, las habilidades y las actitudes necesarias para liderar la empresa de su familia.
Además, tendrá el apoyo de todos los sectores para sacar adelante el equipo y tomará decisiones unilaterales o bilaterales según la dinámica que establezcan. También se ha incorporado un hombre de la casa, el exjugador Iván Vélez, quien se ha formado académicamente para desempeñar el cargo de director deportivo. Se espera que su aporte sea importante.
Es fundamental que los equipos tengan una comisión técnica (o como se le quiera llamar) integrada por personas idóneas en el tema futbolístico, con conocimientos y experiencia, para que las decisiones que se tomen sean lo más objetivas posibles. En este sentido, es clave que el técnico tenga voz y voto y asuma la responsabilidad.
Probablemente la última decisión que se tomó con respecto a la desvinculación del técnico Lucas González y su cuerpo técnico fue analizada por los dueños, pero hubiera sido más saludable mental y deportivamente haberla tomado antes de iniciar la pretemporada, antes de dar el visto bueno a las contrataciones, antes de los partidos amistosos y, sobre todo, antes del inicio de la Liga, para evitar traumas.
Es necesario que en todos los niveles de un club, incluyendo el equipo profesional, se fortalezcan los valores como la lealtad, la honestidad, el compromiso y el respeto por los demás.
El profesor Lucas y su equipo técnico realizarán un proceso de introspección para mejorar y superar lo que han hecho hasta ahora y para crecer como personas y como profesionales.
Un equipo grande como el América de Cali merece volver a estar en los lugares de privilegio a nivel local e internacional, para que su magnífica hinchada vuelva a gritar: ¡América, la mechita, la pasión de un pueblo!
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